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ANTONIO ENRÍQUEZ GÓMEZ El siglo pitagórico El siglo pitagórico y y Vida de don Vida de don Gregorio Guadaña Gregorio Guadaña Cátedra, Madrid, 1991

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El siglo pitagrico y Vida de don Gregorio Guadaa

Antonio Enrquez Gmez

El siglo pitagricoyVida de donGregorio GuadaaCtedra, Madrid, 1991

3[Preliminares]

7Transmigracin I En un ambicioso

13Transmigracin II En un malsn

19Tansmigracin III En una dama

27Transmigracin IV En un valido

35Transmigracin V En don Gregorio Guadaa

35Vida de don Gregorio Guadaa

35Captulo I Cuenta don Gregorio su patria y geneloga

40Captulo II Cuenta don Gregorio su nacimiento prodigioso

44Captulo III Viaje de don Gregorio de Sevilla a Madrid y lo que le sucedio en Carmona

50Captulo IV Lo que le sucedi a don Gregorio saliendo a rondar con el juez en Carmona

54Captulo V Lo que le sucedi a don Gregorio hasta salir de Carmona

61Captulo VI Sale de Carmona don Gregorio y cuenta lo que le sucedio en una venta de Sierra Morena

66Captulo VII Llega don Gregorio a Madrid y da cuenta de lo que sucedi con un pariente suyo y con un alguacil de corte y otros sucesos

71Captulo VIII Cuenta don Gregorio la desgracia que le sucedio con el alguacil Torote por cuya causa le prendieron

73Captulo IX De lo que le sucedi a don Gregorio hasta salir de la crcel

77Captulo X De lo que sucedi a don Gregorio con los amigos de don Cosme y el juez

80Captulo XI De lo que sucedi a don Gregorio con el juez sobre el suceso del antecedente captulo

87Captulo XII De lo que le sucedi a don Gregorio con el alguacil Torote y sus amigos

91Transmigracin VI En un hipcrita

101Transmigracin VII En un miserable

108Transmigracin VIII En un dotor

118Transmigracin IX En un soberbio

127Transmigracin X En un ladrn

136Transmigracin XI En un adbitrista

140Transmigracin XII En un hidalgo

144XIII Varias transmigraciones

152XIV Transmigracin ltima En un virtuoso

[Preliminares]A monseor Franois Bassompierrei, Marqus de Harquel Caballero de las rdenes de su Majestad Cristiansima, Mariscal de Francia y Coronel General de los Suisses:A quien tan bien conoce el siglo como V. E., justo es que se le dedique el Siglo pitagrico pues su docto juicio, esclarecida sangre y heredada nobleza honr con glorioso nombre el presente siglo, y a los pasados sus siempre valerosos accendentes: la fama lo publica, la Francia lo confiesa y el mundo lo conoce. Qu mucho, si a prueba de valor, a toque de nimo gan V. E. lo que slo a s se debe, pues no lo pudo deslucir el tiempo ni atropellar la invidia, propia accin de un animoso corazn que, siendo sol del espritu, por muy densas que estn las nubes de la ambicin, presto se deshacen a los rayos de la virtud!

El asunto deste libro saqu de la opinin de Pitgoras, que sinti pasarse las almas de unos cuerpos a otros, y si el filsofo dijera que se pasaban los vicios, las tiranas y dems errores desta clase, acertara, porque vemos la especie humana tan sujeta a estos daos que podemos decir que las trasmigraciones espirituales en los cuerpos son falsas (como lo son) y verdaderas las materiales. As lo sinti Plinio, cuando dijo que el rgano mortal tena poco parentesco con el cielo; habl bien si confesara el intelectual. El de V. E. es tan puro, tan orgnico, tan delicado y subtil, que, de derecho divino, la intiligencia que le mueve debe dejar tarde el instrumento, para que el mundo goce de tan suaves conceptos, armona de la razn con que le dot el soberano artfice del orbe, para gloria desta cristiansima monarqua.

Reciba V. E. debajo de su ampro el Siglo que le ofresco, para que mi ingenio pueda vivir seguro del que hoy corre, en tanto que se emplean las musas en mayores asuntos, dedicndolos y ofrecindolos, desde luego, a quien tanto honra, quiere y estima el idioma espaol. Guarde el Cielo la persona de V. E. para que su Majestad Cristiansima (que Dios ampare con su diestra y guarde muchos aos) tenga, como tiene, en su imperio un Mariscal de Francia de quien se pudiera honrar Alejandro y Julio Csar, de Vueselencia el menor criado,

Antonio Enrquez Gmez.

A los que leyerenEl Siglo pitagrico sale a luz reprobando errores y aprobando virtudes, doctrina que deben seguir los que se quisieren librar de la trasmigracin de los vicios, que stos son sin duda los que se pasan de unos cuerpos a otros, y no las almas, como lo entendi el filsofo. Mi intento ha sido moralizar el asunto, sacando de una opinin falsa una doctrina verdadera. Si la vida es sueo, pase este discurso por vigilia de la razn, y los que le leyeren duerman la opinin y recuerden la virtud entre tanto que sale otro soador de sueos con algn Siglo Peripattico o Platnico.

Vale.Antonio Enrquez Gmez.

In LaudemSaeculi Pithagorici Antonii Henrici Gomes,Poetae Inter Huius Aetatis Scriptores IllustrissimiFallitur Antonium lauro cum Phoebus honorat,Nam decet omniscium multa corona caput:Fallor ego, multas genio licet impleat artesIn samio, samias nesciit ipse vices. LeondriusA monsieurAntoine Enrique Gomesstances

Esprit illustre, dont la gloiremerite entre tous les mortelsde voir au Temple de Memoireton nom en lettre d'or grav sur ses Autels:Ma muse admirant ton ouvrageTe vient consacrer un hommageFaisant cognoistre l'universQue parmy ton dessein pompeux et magnifiqueJe me trouve surpris du sens pitagoriqueQue ton rare savoir fait paroistre en tes vers.Ton invention nous proposeLa gravit dans tes desseinsEt suivant la metempsicoseTu donne la censure aux crimes des humains:La conduite en paroist si belleQue je porte envie a ton zelleEt suis jaloux de tes vertusMe croyant trop heureux d'employer quelque veillesPour donner plus de lustre ces rares merveillesQui font voir tes pieds les vices abbatus.

J'estime que la renommeNe cherchera point le reposQu'apres que sa bouche animeAura de tous costez fait clater ton los;Poursuy faire des miracles

Et donne matire aux oraclesDe parler souvent de ton nom,Ce n'est pas peu de chose en ce sicle o nous sommesD'adquerir de l'estime et de forer les hommesD'honorer justement un immortel renom.Quoique sous un langage estrangeTu cache tes inventions,Nous concevons bien la loangeQu'Apollon nous fait rendre tes perfections,Et si ton noble esprit presumeQuelque intelligence ma plume Capable de t'encourager,Commande, j'obeys, et sur terre et sur l'ondeOn me verra te suivre aux derniers lieu[s] du monde,Pourveu qu'en tes ecrits soit veu le nom d'Auger.

A monsieurAntoine Enrique Gomes,sonnetCedez ce vainqueur, trouppe affreuse et cruelle,Vices, savans dmons tromper les humains.L'autheur en ce discours vous a li les mainsOu plustost c'est sa muse autant forte que belle.En vain vous paroissez pour combatre contre elle,En vain vous vous armez pour chocquer ses dessains:Vos feux, vos passions, vos efforts seront vainsS'ils osent soustenir vostre infame querelle.Vostre aimable poison dont la feinte douceurAssassinoit l'esprit quand il flatoit le coeur,Ne pourra desormais se glisser dedans l'ame:Cachez-vous pour jamais dedans l'obscurit,Mais Gomez a fait luire une vive flameQu'il fera voir par tout vostre deformit.Bovrel

De Diego Enrquez Basurto,hijo del AutorSonetoSi as como se hereda el ser humanoEl rayo intelectivo se heredara,A la inmortalidad me colocaraCon vuestro entendimiento soberano.

En este siglo que invidi Trajano,Herclito su pena distilaraY su risa con ojos alentaraDemcrito entre sabios cortesano.

Scrates sois, si a lumbres matutinasPurificis el siglo que os adora,Moralizando ideas peregrinas:

Vuestras sentencias, si la invidia llora,Grabadas deben ser, pues son divinas,En las lminas sacras de la Aurora.

Al seor Antonio Enrquez Gmezsoneto en alabanza de suSiglo Pitagrico

Raro ingenio a pesar, s, de los aos,En dulzura a Virgilio te adelantasY a Pitgoras tienes a tus plantasRecibiendo tus claros desengaos.

Si tus versos famosos halla estraosEs por ver la armona con que cantasY entre conceptos y sentencias tantasEl filsofo alivia sus engaos.

Ha de vivir tu nombre en la memoriaDel tiempo venidero eternamentePor el gran desengao que has mostrado.

Ganas con el aplauso la victoriaY por docto, por sabio y elocuenteApolo de laurel te ha coronado.

Por su ms aficionado servidor y amigo,

A. G. de la Coste.

Del mismoen alabanza del Autor.dcima.

En este Siglo ingenioso,Espejo al humano ser,Das claramente a entenderUn desengao famoso.Con estilo misterioso,De Pitgoras retirasTu opinin, y al mundo admiras,Pues en tus moralidadesDescubres muchas verdades,Destierras muchas mentiras.De F. L. H.en alabanza del AutordcimaEn vuestras transmigracionesTanto os vens a ensalzarQue bien se pueden llamarDivinas transformaciones.Sueos no: doctas visionesSern del siglo dorado,Pues mejorando de estadoPor trmino sucesivo,Queda Pitgoras vivoY el siglo desengaado.Transmigracin IEn un ambicioso

Seor Mundo, pacienciasi os pido odos, cuando no conciencia:yo tuve una visin sin ser profetay he de contalla, pues que soy poeta.Vaya de sueo, alerta si gustarey enmindeme otra vez cuando soare.Daba la noche (su comn estilo)el medio golpe que llamamos filo;quiero decir que sin ningn remediose parta la noche por en medio.Dorma a sueo suelto mi cuidado,cuando el seor espritu, enojadode tanta muerte, me sali al encuentroy estas razones me publica dentro:- Alto, a nacer segunda vez!- Yo entoncescomo si fueran de seiscientos goncesmis miembros regalados,los desligo de todos mis pecadosy poco a poco, en aire transformado,tan enano qued, tan atildado,que pudiera pasar, siendo visible,por punto indivisible,y en un instante, sin segundo padre,me zabull en el vientre de mi madre- No es sta la posada, sal al punto!--Pitgoras me dijo. Yo, difunto,sal llorando del albergue obscuroprocurando buscar otro ms puro.- Ya eres forma -me dijo-, ya eres forma;tu vida busca, tu valor reforma.Libre del cuerpo ests, no del pecado:busca otro nuevo y purga lo pasado-- Vlgame Dios -le dije-, espera un poco,si no pretendes que me vuelva loco!Sin cuerpo estoy? Qu dices? No lo creo.- No lo ves? -respondi. - No, no lo veo-le dije atribuladode verme en tal estado;y l replico: - Pues, dime, pretendasvivir eternamente con los das?Imaginaste que tu vida fuerala luminaria de la cuarta esfera,que, devanando edades,siglos se traga y bebe eternidades?Busca otro cuerpo y mira cmo vives,que el que dejaste en otro le recibes!- Y en cuntos cuerpos he de entrar? -le dije,y respondime: - Eligeel que mejor a ti te pareciere,y mira que, el que muere, muere y muere.Fuseme el pitagrico embelecoy slo me dej su propio eco,que, aunque a mi parecer no tuve odos,tuve reminicencia de sentidos.Yo que vi que mi cuerpo desalmadose quedaba perdido de contado,siendo paje, mi espritu, perdido,amo nuevo busc, y amo lucido,pues al formarse un nio revoltoso,en el cuerpo me entr de un ambicioso.No hube informado su materia obscuracuando vendi a la madre la asaduray al salir por la puerta todo entero,llor diciendo: "Adnde est el dinero?"Y por robar con gracia y con donaire,con insaciable sed hurtaba el aire.Yo me dije a m propio: "Lindo empeoPitgoras me dio! Qu noble dueo!Pobre de m! Potencia, estte quedaque ste te ha de vender en almoneda!"Empez con el tiempo a urdir tramoyas;era un milln de Troyascuando desenfrenado las corra.l era el bruto, y yo quien le rega,y sin sentir meta de la cujaun pleito por el ojo de una aguja,y desnudara, si en su mano fuera,a los santos del cielo si los viera.No dorma de noche, y, si me hablaba,su hacienda me contaba;yo, por inquietalle los doblones,cuantos sueos le di fueron ladrones.junt tantos ducados alevososque pudiera ser duque de ambiciosos;y por ms que adquera,ms hidrpico estaba, y ms quera.En razn de limosnas fue estremado:daba el diezmo robado,y sin honra, palabra ni decoro,era la piedra imn de todo el oro.Si alguna vez, all en la fantesa,le pintaba la muerte, se rea,y por no verla ms, en dos instantes,se iba a caza de perlas y diamantes.Un da que le hall contemplativo,tocndole en lo vivole dije: - "Adnde vas con tal destrozo?Sabes que estoy en este calabozo.Esta hacienda sacada a garabato,no es bastante sustento para un gato?Qu presumes, qu intentas, si tu vidava declinando a la postrer cada?De qu me sirve a m tu ambicin vana?Esa hacienda profana,hija de Midas y de Caco nietano es de mi ser universal cometaGusto yo tus manjares?Con tus galas alivio mis pesares?Pues, por qu me condenas al abismo,Engandome a m como a ti mismo?"Da limosna, confiesa tus pecados,basten ya los dinero mal ganados:muchos te sobran si te falta vida(cuando naciste, vino ya perdida).Procura conquistar otros tesorosy, con nuevos decoros,solicita la gloria soberana,no deste siglo la arrogancia vana.Como naciste has de salir del mundo,y este tesoro inmundono pasa por moneda en la orea vida:pobre de tu ambicin desvanecida!Mira que hay Dios, recuerda si quisieres,y pues discreto eres,no aguardes que la muerte rigurosaesgrima su guadaa poderosa.Yo no soy tu enemigo,consejo es ste del mayor amigo;sin inters te hablo:si esto no te bastare, doyte al diablo."No hube bien concluido mis razonescuando me respondi: -- "Lindos sermones!adnde has estudiado esas quimeras?hablas de burlas, o pronuncias veras?hermano mo, espritu enflautado:todos vivimos de lo mal ganado;slo Adn no rob ni fue ambicioso,porque no tuvo a quin; fue poderoso.Mas todos los dems, como nosotros,nos robamos los unos a los otros."Que me enmiende me dices. No te entiendo:si es en ganar dineros, ya me enmiendo.Que d limosnas: lindo desvaro!qu limosna he de dar, si nada es mo?Buen fruto sacar de tus razones:igual le saco yo de mis doblones!"Delito llamas t ser ambicioso:Soy por ventura algn facineroso,quito vidas, deshonro con exceso,he rompido las hojas a un proceso,salteo, escalo casas o mormurolas virtudes de alguno? soy perjuro?no rezo? soy hipcrita, soy vano?he servido algn tiempo de escribano?,puse pleitos injustos, sopl vivos?hice gastos algunos excesivos?Soy malsn? desligu matrimonios?levant algunos falsos testimonios,jur falso? casme con mi amiga?Pues si esto no es as, doyte una higa!"Por adquerir dinerome puedo condenar? Di, majadero:cosa que da virtud, ha de quitalla?.Tambin entre las almas hay canalla.Calla, no me aconsejes de esa suerte,que he de ser ambicioso hasta la muerte.Hay algn mandamiento-pues te precias de tanto entendimiento--que diga, del primero hasta el postrero,"No seas ambicioso de dinero"?"Si hemos de ser amigos, no imaginesen muertes repentinas, ni adivines,ni en materias de cargos de concienciatomes al literal tan alta ciencia.Ni digas mal jams de mi dinero,que idolatro en tan noble caballero."No miras, no conoces, no reparasen las virtudes rarasdeste metal sonoroTodo lo puede y lo conquista el oro:si yo digo un milln de necedades,dicen todos: "Qu ciencias, qu verdades!";si tiro a la maliciame responden: "Qu cndida justicia!";si sigo un pleito injusto,salgo con l y me le dan por justo;si soy rstico, brbaro y grosero,es mi asiento el primero;si voy desaliado y sin avisodicen todos: "Por Dios que es un Narciso!";si repruebo lo bueno, ha de ser malo;si soy necio, con Sneca me igualo,y aunque sea un pesado majadero,he de ser Salomn por mi dinero."Pues bien, estos favores,los alcanc por flores?Esta grandeza que la corte encierra,la conquist a estocadas en la guerra?Esta nobleza que el dinero alcanza,vino a punta de lanza?Quin me adquiri este ttulo famososino el ser ambicioso?Vete con la conciencia a un ermitao,que all la gastars por todo el ao!"Parecime que el dueo de mi almallevara la palmaa cuantos la ambicin sin luz conquista,y que me condenaba a letra vista."Jaque de aqu! -me dije-, porque el Draquepuede estimar un jaque."Y sin pedille a la ambicin licencia,sin cargo de concienciale vino un tabardillo de repente;y cuando estaba el pulso intercandente,sin que nadie me viese una maanatan deprisa sal por la ventana,que ni visto ni odofui de todo sentido,porque me dio mi curso altivo y ciegolas que me suelen llamar de Viladiego,Al instante los malos herederosa mi dueo dejaron tan en cuerosque pudo competir su lucimientocon su mal nacimientoY de todos sus bienes y riqueza,adquerida ambicin de su nobleza(que siempre en tales hombres es muy baja),una sola sac dbil mortajaY este epitafio a su materia oscurapor ejemplo le honr la sepultura.

soneto

Este que fue sin admitir segundo,de la ambicin infausto tesorerosobrndole la muerte y el dineroaun no puedo pagar su deuda al mundoA logro vil, entre el abismo inmundo,le compran los gusanos todo entero,tan ambiciosos de su cuerpo fieroque ignoran su valor en el profundoSus tesoros, con estos siete sellosprocura el Tiempo, como ves, guardallos,ya que en el siglo se qued sin ellos.Mira si es vanidad el conquistallos,pues si alcanz la muerte por tenellos,agora da la vida por dejallos.Transmigracin IIEn un malsn

Cuando me vi sin amo y sin dinero,quise mirar primeroen qu casa me entraba,y vi que una comadre acelerabael paso a cierta historia,por mi mal concebida en la memoria.Andaba por formarse a soplo vivoun individuo esquivo;dije: "A Dios y a ventura , entremos dentro,pues este albergue se me da por centro."Era, como lo fue, mi dueo nobleun sopln, cuyo doblecorazn sin segundopeste malsn comunicaba al mundo.Como fue mi deseotan hijo de su empleo,no repar si entrabapor lnea recta; err lo que buscaba,y as qued mi alma a lo italiano,calzada como media de gitano.Lo primero que hizoel que ms me deshizofue, con ansia atrevida,buscarse a s la vida,y cuando fue creciendo, a puras penasaguaba las ajenas,siendo un Breas soplando a cuantos buenospor delitos ajenospagaron de contadolo que el diablo tom sobre fiado.Andaba por las casas como perro,y perdigaba un yerrotan bien que con la muerte lo quemaba.Honras y vidas sin honor quitaba."De Sila di en Caribdis", dije entonces;pudiera mi dolor romper los bronces."Lindo cuarto he buscadopues estoy en malsn aposentado!Buscavidas hall, no estar ocioso.Mejor me estaba yo con mi ambicioso!"Un da malsin cuarenta amigos;l buscaba a su modo los testigos,y despus de prendellos y roballosiba como traidor a consolallos.Nunca alzaba los ojos de la tierra,porque tena con el cielo guerra.Era calvo, y tan calvo que podaa la Muerte vender la que tena.Y por lo que heredaba de Vellidole serva su vello de vestido.Era hipcrita vil con tanto excesoque rezaba en las cuentas de un proceso,y de un soplo que dabala culpa que muri rezucitaba.Con su tenaz cautela,la de Rengo fue nia de la escuela.Y puesto en su caballo de tramoya,se rea de Paris y de Troya.Persegua inocentesaunque fuesen sus deudos y parientes.Y con ansias mortalesen todos los del siglo tribunalesle daban franca audiencia,por limpiar con embustes la conciencia,y en ellos acusaba por su modoa diestro y a siniestro el mundo todo.Tena una cuadrilla(que crece este escuadrn a maravilla)y con ella y con l desbaratabancuantos seguros en su casa estaban,sin perdonar, en uno y otro sexo,la infancia alegre, el venerable viejo,la doncella ms casta y ms honrada,ni a la virtud de la mujer casada.Mi malsn embusteroera tan atrevido y lisonjeroque hasta su mismo hermano malsinaba.En fin, por ser malsn se las pelabaDesmaybase oyendo las verdades,sustentbase a puras falsedades,y si por yerro una verdad deca,"Perdone Dios si miento!" responda.Zurca una traicin con tal destrezaque pareca infamia de una pieza.Y cuando malsinaba algn cuitadodeca con dolor: "Es hombre honrado;psarne de su mal. Hay mala gente.Aydele m Dios si est inocente!"Yo tena vergenza de escuchalloy mucha gana ms de tripulallo.Y as un da le dije sin paciencia,no pudiendo sufrir tanta insolencia:- "Dime, fiscal de todas las virtudes,sabandija infernal de las saludes,lobo con capa de cordero tierno,fuelle, yesca y pajuela del infierno,polilla del honor, sacabocadosde los nobles y honrados,sanguijuela cruel de sangre humana,de la hacienda cuartanay de tanto inocente lince armado(pues contigo fue Herodes un cuitado)Pretendes malsinar a las estrellasdiciendo que es delito ser tan bellas?Has de estafar al sol algunos rayoscon malsines soslayos?En qu te agravia el pobre sin malicia,que le quieres cubrir de tu justicia?-y justicia tan mala,que ninguna en el mundo se le iguala--.Traidor, ni soy tu alma ni pretendoofenderte con ella. Ya te entiendo.Yo tu alma? Por cierto, gran desastre!Primero la zurciera con un sastre!"Si a puro soplo quieresaventarme al infierno, t lo eres.Malsina tus pecados, fiscalealo mal que obra tu idea.No des adbitros viles y indecentes,no quites el derecho de las gentesNo seas heredero de Asmodeo,pues no te toca denunciar al reo.Respeta la justicia soberana,que no te ha de valer la especie humana.Y si quisieres ser judas por entero,ahrcate, embustero,y acaba de librar al seor mundode malsn sin segundo,pues est condenadoa perpetuo delito malsinado."Cuando des cuenta a Dios destos delitos(que todos, por tu mal, estn escritos),qu disculpa dars si el diablo astutodice al Autor del mundo: "Este cautofue malsn de las almas y las vidas;dej viudas y grfanas perdidas;pegsela sin ley al ms amigo,precibase de ser falso testigo,daba avisos a todos los tiranos,untbase las manos,y con la lengua, inreparable herida,de la sangre inocente fue homicida,siendo con l, en una y otra treta,Dionisio de Sicilia, anacoreta"?"No me dirs qu fama o qu memoria,qu tesoros, qu premios o qu gloriatienes buscando vidascon una retahla de homicidas?"Infame, quin te meteen la vida de Pedro, o qu prometeoficio que espi faltas ajenas,siendo las propias, para malas, buenas?Mira t por tu alma, s la tienes!Y no busques los bienesal que no te agravi. Salva la tuya,que el otro tendr cuenta con la suya."Verdugo de los malos y los buenos,los pecados ajenos,has de pagallos t? De ningn modo!Pues, inorante, loco y ciego en todo,por qu quieres perderte y condenartey en el abismo propio sepultarte?"T eres el ms mal hombre de la tierra,la hambre, peste y guerrade la especie mortal, y, por estado,el reino ms florido y laureadodebe a filo de espadatalar gente tan vil y desalmada,hidra cruel de toda monarqua,cabeza que alent la tirana."Has de hallar salvacin con estas culpas?Adnde estn, amigo, las disculpas?Dame alguna, comienza a disculparte,pues empiezo tambin a malsinarte.""A no quererte yo como a mi alma-me dijo, ms sereno que una calma-,te malsinara con el diablo luego;doctrina es sa que la reza un ciego."Es pusible que tengas por pecadooficio tan honrado?Pues, dime, en cortesa:la tal malsinera,no viene de los godos?Malsnes somos todos,pues hierve, del cabello a los talones,la invidia, como ves, a borbollones."Si dos nobles compiten uno a uno,no se excede ninguno,y la nobleza, si el concepto dudas,nunca se acrisol no habiendo un Judas."Est el otro con cuentos a millaresy no quieres que tenga dos pesares?Cierra el dinero el rico con su llavey mi malicia no ha de darle un cabe?Vive el otro sin cuentay no ha de darme de su vida cuenta?"Ms vidas he enmendado,ms hombres he sacado de pecadoque t tienes razones.Siendo malsn, modero las pasiones,reprimo libertades y anulo con el miedo liviandades.Si uno quiere en la honra hacer estremos,dice: "Fulano es un malsn, callemos.""El que es indigno de su noble oficioy sin sangre recoge el beneficio,dice a su mismo paje:"Fulanito conoce mi linaje.No hay burlas con traidoresque dan veneno disfrazado en flores.""Uno que no es devoto,en vindome, hace votode rezar treinta dasporque yo no le cargue de herejas."Y el otro impertinente,en vindome llegar, con voz dolientedice: "Nadie lo ignoreque hay malsn en la rueda, ojo avizore"."Si malsines no hubiera,un cuarto no valierala ms recta justicia:siempre alienta el clarn a la milicia."Traidor honrado soy contra los malos.Bien sabes t los palosque tengo recebido con afrenta.Dios lo reciba y me lo lleve en cuenta!l sabe mi deseo, pues le fundoen que viva sin fraude todo el mundo."Yo que o las razones infernales,hipcritas razones naturales,dije a mi voluntad: "Amiga ma,alto, a marchar en otra compaa!A otro cuartel al punto,que se quiere daar este difunto!"Sali una noche a malsinar su vida,y costle tan cara la salidaque le dieron catorce pualadas,tan bien heridas como mal curadas.Yo, que estaba aguardando puerta franca,viendo que raneaba de fayanca,me sal por la abierta claraboya,diciendo con dolor: "Aqu fue Troya!"No quise por la boca hacer el tiroporque no malsinase mi retiro.Y l deca: "No salgas, alma ma,que he de morirme sin tu compaa."Y yo le respond, vindole ciego:"No me voy, mi seor, que vuelvo luego;y si tardare mucho, no haga estremos,que en Josaf, sin duda, nos veremos."Dejlo, como dicen, a la luna,alabando mi dicha o mi fortuna.Levantse la eterna lloradora(quiero decir, la Aurora),y cuantos conocan mi difuntose apartaban al punto:y andaban en lo cierto,que ha de temerse un vil, estando muerto.En fin, los alcagetes de la muertemonacillos de suerte,tan hijos de la piedracomo el clavel es nieto de la yedra,le enterraron con hachas malsinadas,pues ni fueron tradas ni alumbradas.Cierto curioso, de moral ejemplo(desde aqu le contemplo)esta dcima puso, algo segurapara tal sepoltura.Si algn malsn acaso la leyere,tmela de memoria si quisiere.

dcima

ste, que buscando vidas,su misma muerte busc,de un achaque se muride catorce o quince heridas.Sus obras aborrecidassern triunfo de sus penas,y pues son de males llenas,no se admire el homicidade que le busquen la vidasi l buscaba las ajenas.Tansmigracin IIIEn una dama

Cansado de malsn y de ambicioso,andaba vacilando sin reposoqu rumbo tomarala cansada alma ma:que, como esto de cuerpos materialeses fruta de animales,entre tantos melonesandaba mi viaje en opiniones,escogiendo el mejor de la conduta(perdonarn las almas esta fruta).Supe que concebauna seora grave cierto day zampme de golpe en su posada.Y apenas anim la inanimada,cuando por flojedad de la materiame hall en doa Quiteria,ninfa del tajo, en soledad amena,de flores siempre llenay de tanta hermosuraque por el tronco sube hasta la altura.- Tente en buenas -le dije a la seora-,materia pecadora!Sube de punto el istrumento humano,que no quiero cantar en canto llano--.No quiso obedecerme la cutada,y as qued mi alma aquiteriada.- "Desdichado de m -dije afligidode verme zabullidoen una sabandija femeninaQuin me podra sacar desta picina?"Fue creciendo la nia como espuma:era Venus en suma,era Palas sin ella,era Circe con ellay era, por su destreza peregrina,la Pcara Justina:honrmosla. Por la virtud del padre,era un vivo retrato de la madre.Sus ojos homicidas,negros puales eran de las vidas.Su boca de clavel nunca se abrasino cuando peda.Y de sus blancas manoshizo el oro costosos pasamanos.Prendase tan bien que se soltaba,cuando se le antojaba.Y, cosaria de Venus,en un cochedescubra el bajel a media noche,y le alcanzaba, como buen pirata,del ro Maran al de la Plata.Tena diez amantes,tributarios de perlas y diamantes,y era su amor la muerte,pues a todos trataba de una suerte.A los muchos galanes que deshizoa puro romadizo,traa por el aire, sin ser bruja.Era su norte estafa sin aguja,y su hermosura erala piedra imn de toda faldiquera.Por sus pasos contados,guardajoyas, de todos los estadosalcanz, por derecho de malicia,guardando a los amantes su justicia.Fuele tomando cuentael tiempo desta renta,pero ninguna le sali tan caracomo una que ajust sobre su cara;y, aunque alegaba engaos,no la pudo negar, que son los aoscontadores de aquestas nieras,y ajustan una cara en cuatro das.Qusome dar de rostro, a pura muda;alma de solimn me hizo, sin duda.Encerrbase sola en su botica,de botes (no de lanza) sucia y rica,y de uno y otro fracaso,a su cara y a m nos daba un chasco.Y tan vil y asquerosa se pona,que apenas mi dolor la conoca.Acuda al espejo, su ordinario consejo,y como nunca hallabala cara que perdi, yo le deca:"El tiempo le eclips, Quiteria ma;no le busques entre estas inmundicias,que saldrn redomadas tus delicias."Armse de una ta,sabandija infernal de berbera,y poda la vieja en una artesaplantar una dejesa:no se vio Celestina tan taimada;atuta fue siempre preparada."Sobrinica -la dijo una maana--,esta vida, hija ma, es flor temprana:antes que venga la vejez, amores.Algrate, que lo dems son floreshulgate, amiga; rete, muchacha,que la que se entristece, se despacha;pide aunque te despidan,que es muy justo que pidanlas damas de la corte a sus galanes.Los indianos? Son todos alemanes;Los poetas? Son locos: abernuncio;todo poeta desde aqu renuncio.A toda ley, Quiteria, ginoveses,y, si vienen bozales, los ingleses."Tente en buenas, sustntate con honra:en recibir, bobilla, no hay deshonra.Anden las galas, caiga el que cayere,brille la plata, muera el que muriere.Pocos favores y dinero muchoy el ms fino avechuchosea halcn de Noruega regaladoque siempre anda en tinieblas sepultado.Sea siempre tu hombreel menos gentilhombrecomo tenga dinero:que slo el que le tiene es caballero.Tenga miel del Pir, Quiteria hermosa,la abeja que gustare de tu rosa;Znganos? Ni por pienso en la colmena!Huye dellos, mi amada Filomena,que son tan atrevidosque ni aun cera tendrs en los odosTripula al que dijere a tu hermosura:"Vaya usted con lectura",que un amante de prlogo, taimado,es gorrn de lectura declarado.Gusta del mundo, el mundo te conoce,gzale si pretendes que te goce.Brilla en el Prado, luce en la comedia,haz gala de la liga y de la media,que, como el siglo est falto de cascosy hay camellos vestidos de damascos,los bajos rinden altos marquesotesdestos de guedejitas y bigotes"Nuestra vida es un da:muera el pesar y viva el alegra.Para holgarte naciste:no ests, sobrina, triste,aunque veas un necio con prudencia,un ladrn con conciencia,un hipcrita santo,una mujer con verdadero llanto,un escribano justo,un sabio sin disgusto,un tirano piadoso,un soberbio amoroso,un vano con juicio,un lascivo sin vicio,sin leyes un letrado,sin muertes un soldado,un poeta sin versoy sin malsn a todo el universo".- "Doite a una flota de demonios -dije-,vieja que el propio Lucifer eligepor verdadero diablo,y lo que has ensartado de vocablo!"Yo qued sin sentido de escuchallay quedara gustoso de quemallasi fuera inquisidor de tan vil gente,acto a mi parecer muy conviniente.Fuese la circe, y mi querido dueose quiso dar al sueo.Embargule los ojosy con blandos bostezos la di enojos.Djela: - "Nia ma, si la cuentano miente, tus aos son cuarenta,edad, si no me engao,capaz de retener un desengao:Esta vieja embustera,con su punta, sin duda, de hechiceraaunque vieja templada a lo moderno,contigo quiere dar en el infierno."yeme, por tu vida, dos razones,que a solas se han de dar estos sermones:La honra, amiga ma(cuntaselo a tu ta)es el armio de mayor bellezaque puso en nuestro ser Naturaleza;t le pones el cerco con deshonraDios la perdone: ya muri tu honra."La flor de la hermosuraentre la castidad constante dura;si uno y otro sin ley la manosea,marchitse la flor, Dios la provea."La vergenza es la aurora de la vida:llega la niebla y djala perdida.Tu ta la vendi por una trenzay vives sin adarme de vergenza.Oh virgen casta y bella,Dios la perdone, que muri doncella!"Es tu alma, concepto sin segundo,la semejanza del Autor del mundo.Llevada sin razn de la materia,sigue a doa Quiteria,y anda tan destradaque ya la semejanza est perdida.Pretende cierta viejadarla entre ceja y ceja,y no cejando atrs de sus erroresla dispara delicias y favores;va enfermando de ta peregrinay se quiere morir de la sobrina,y se queda Quiteria en esta calmasin vergenza, sin flor, honra ni alma."Hola, doa Locura!No es inmortal la vida, ni segura.Slo contigo hablo:Demos la ta al diablo(si quiere recebilla)y empecemos de nuevo la cartilla.A la enmienda, seora,antes que se nos pase nuestra aurora!Yo pierdo ms que todos,no nos hagamos de los reyes godos."Esta es vida prestada,como nube que pasa es la jornada;antes que la acabemos,de ta los pecados enmendemos,que a m no me est a cuentoun eterno tormentopor un gusto prestado.Vaya para quien es todo pecado,y no andemos en dimes ni diretes,que estos no son requiebros de billetes.A la enmienda, o, por vida de tu vicio,que no me veas hasta el da del Juicio!"Yo no me burlo, hermana:acabemos la vida cortesana.Lo que ha de darse al diablo, a Dios lo demos,y no hagamos estremosde dejar este mundo y su delicia,que l y toda su brbara codicia,con la dems catervaque agora nuevamente se conserva;no valen todos juntossiete arrobas y media de difuntos,y su mar de furor, soberbia fragua,no vale sus orejas llenas de agua.Agua dije? Qu error! No vale nada.Cmo nada? Y aun menos que la nada!Y no me apures ms, doa Quiteria,que contar cmo me fue en la feria.Ello hay premio y castigo,con nosotros asiste el enemigo:echmoslo de casa,que este no es juego, no, de pasa-pasa.Vyanse los refranes a las eras,que, aunque parecen burlas, sern veras,y all las hallaremos de otro modocuando demos a Dios cuenta de todo."Solt la risa mi lascivo dueo,y hacindosele el lecho ms pequeoque cuna de muchacho,me quiso dar un chacho,y con una risuea fullerajug con la baraja de su ta.- "Filsofo, me dijo, de la legua,ni pretendo la paz ni quiero tregua.De qu Juan de la Encina has aprendidoese moral discurso relamido?Traen esas profecas de futurotrescientas mil de juro?Oh, qu fino discurso para el yermo!Vete, hermano, a acostar, que ests enfermo."Quieres que dicipline mi bellezatan delicada que Naturalezaiba con tanto tiento y diligenciacomo s fuera vidrio de Venecia?"Yo silicio en mis carnes delicadas,tan hechas y tratadasa la tela que el norte teje y craque su holanda pas por grosera?Yo andar con el Tioso a bofetadas,yo con el Tisnadillo a pualadas,yo con Patillas plticas de humo?Slo de ollo, amigo, me consumo.Eso se quede para las beatas,que no estiman el diablo en dos patatas."Por tu vida, mi alma, que no quierocondenarme, ni esperoel fuego que t dices.Y, porque mis disculpas solenices:he matado algn hombre con veneno?dije mal de lo bueno?descas algn barbado?como el pan descansado?uso de hechiceras?no confieso tus culpas y las mas?No doy, si acaso pido?ech en la piedra algn recin nacido?no oigo misa, no rezo? soy tirana?no he nacido cristiana?no soy caritativa?Pues qu me pides, alma intelectiva!Por un negro pecado de buen gustotanta pena me das, tanto disgusto?Qu rentas tengo yo, dime, qu juros,o qu censos segurossocorrern la pena incontrastablede la necesidad inremediable?He de morir de hambre?Ha de acabarse la vital estambre?He de servir, pudiendo ser servida?Dirs que haga labor: linda partida!Vete a echar, dueo mo,que ests con la cuartana o con el fro.Yo coser, yo servir, yo sujetarmea comer un adarme?Yo servir a seora?Mandaditos a m? Labor agora?Cesen los consejitos escusados,que tengo pensamientos ms honrados,y he de acabar la vidaen mandar, en querer y ser servida,y hablando sin tocar en Babilonia,yo he de seguir mi gusto, eso peronia!".- "Andallo! -dije yo-, Linda disculpaha dado mi Quiteria a tanta culpa,aln desta madamaque se quiere perder por mala fama!"Un da entre los muchos de su vida,de cierto humor francs mal divertida,pidi la uncin, sudndola primero,y siendo su dolor tan caballero,con devocin forzosa,un hospital se la ofreci piadosa.Ella no la quera,que la uncin corporal dolores cra,pero no fue pusibleescusarse de lance tan terrible.De all a poco le vino la del alma,y mrtir fue, sin recibir la palmasYo, que la vi morir en cama sesta,sindome tan molestasu posada olorosa,a los gusanos les dej la rosa,y a su mal deliciosa sepultura,esta sentencia cndida y segura:

dcima

Yace en esta losa fratodo el fuego del amor,tan ajeno de su ardorcomo ser la noche da.Su hermosura y lozana,ejemplo de su jornada,la dejan desengaada,pues tiene su civil guerrapoco ser para ser tierra,mucho horror para ser nada.Transmigracin IVEn un valido

Apenas, pues que tantas me seguan,mis suspiros pedanfavor a la Fortuna,hidra que me sigui dende la cuna,cuando, habiendo quedadosi no libre de ta, de cuidado,me vi sobre el Olmpico eminentechocando con la luna frente a frente.Yo, que astrlogo fui, mirando atentoel azul pavimento,cuaderno de la mquina del orbeque orates frates entre linias sorbe,hall que en aquel punto se formabaun valido, a quien Jpiter mostrabala materia de estado,estadstica forma del privado.- "Aqu s -dije yo- que ir seguro.Este es mi hombre." Y del Olimpo durohise una puntas, cual halcn valientey en su cuerpo excelentesin decir aqu estoy, me hall vestidode la tela mejor de mi valido.Luego que supo fulminar las leyes,descanso de los reyes,se arm de un Maquiavelo,libro que fue de su seor agelo.Fue entrando en el gobiernorezando en estas Horas del infierno,y cuanto ms sus reglas observaba,tanto ms de virtud se desnudaba.Empez a recibir los atastas(quiero decir los malos adbitristas)gente tan desalmadaque antes de serlo vino condenada.Fue cargando los pueblos de tributoscon slo el parecer destos cautos,y ellos, de mano en mano,le fueron dando nombre de tirano.El pobre no dorma,pero menos la triste monarqua.l la desgobernaba,y si ella se quejaba,oliendo a faran, siendo el segundo,la despachaba para el otro mundo.Fue turbando la paz, siendo la tierrateatro de la guerra,y con violento estilo, he de decillo,pasaba los vasallos a cuchillo.Rodedo de vanos consejeros,haca y deshaca caballeros,y si alguno sus juicios mormuraba,a dar cuenta a mi Dios lo despachaba.Los pueblos, de cansados,andaban despeados,y cuando levantarse pretendan,con los pechos tan grandes, no podan.Adorbanme todos por mi dueo,y nunca recordaba de su sueo,bien que jams perd de la memoriadel rey Nabuco la divina historia,pero a veces del pobre me rea,que fue sombra su estatua con la ma.Mi dueo era cual fue Diego Moreno,que nunca me rect malo ni bueno;yo, con la vanidad, era un demonio(sin levantarme falso testimonio).Lo que ms me enfadaba era que siempre estabafundando su gobierno en teologaaprobada en la clase de Turqua.Fue dndose a temer en toda parte,y, en oyendo su nombre, al mismo Marte,le daba una terciana sincopada.l fue privado, pero yo privada.Juntaba los tesoros a montones,y a sisas y millones,almas sisaba, vidas consuma,con capa de aumentar la monarqua.Unos decan: "Muera este malditoestadista infinito!"Otros: "Lindo gobiernopara los propios diablos de infierno!"El pueblo, mal previsto, le llamaba Antecristo,la nobleza Nern, los nios Coco,los viejos venerables necio y loco,santo los adbitristas,gran hombre para mal los atastas,las damas ambicioso,los tontos poderoso,y todos (aun aqu tiemblo de ollo)le deseaban ver en Peralvillo.Un da que, por solo, le consagro,si no a la soledad, a su milagro,hablndole con celo de salvarme,sabindome tan mal el condenarme,le dije las razones que se siguen;iganme los validos, y litiguencon el gobierno que este siglo alcanzasi es mejor mi razn que su privanza:"Duque, marqus, visconde, amigo mo,prncipe, gran seor (qu desvaro!),llmote Belisario,don Alvaro de Luna es tu contrarioyeme dos docenas de verdades,si a ellas te persuades.Y si no te agradaren, por lo mucho,Esto de gobernar es un abismo.Slo Dios es valido de s mismo;uno tuvo, si acaso no me olvido,ste fue Lucifer, primer valido;Adn, entre los hombres, fue el segundo:uno arruinaba el cielo, y otro el mundo."Yo veo, mi pesado compaero,que no tienes ms alma que un logrero,y que, a puro privar, has desprivadolo mejor del Estado:no te me enojes, mi valido caro,que, como soy tu amigo, te hablo claro."Dime, en qu te fundastecuando el mundo asolastecon tanto maquidiablo da y nocherobando a troche mochecon dos granos de juicio los vivientes,estragando el derecho de las gentes?"Cuando enviabas treinta mil infantes,escuadrones volantes,a ganar un castillo,materia de mosquete y de cuchillo,no sabas muy bien que era de piedracon su poco de yedra?Pues dime, por dos piedras indecentesacabaste con tantos inocentes?Oh, terrible delirio,por un palmo de tierra tal martirio!Yo te lo doy ganado:salvarnte las piedras del pecado?es materia de estado? Linda palma:postema ser ella de tu alma!"Pregunto a tu estadstico gobierno:amontonar tesoros en inviernopara matar con ellos el verano,es gobierno poltico cristiano?Fatigar los vasallos,de tributos cargallospor un punto de estado mal zurcido,es accin del valido?Bueno est el mundo! Andallo, compaero!Es bien que yo me quede en el tintero?Por Dios que tienes buenos consejerospara dejar la monarqua en cueros!"Va el otro de su tierraa matar a la guerra,y si le dicen: - "Hombre, a quin tiraste?Hzote algn agravio el que mataste?"- "Ninguno", dice luego - "Le conoces?"- "En mi vida le vi", nos dice a voces.- "Pues, por qu le mataste, fementido?"- "Porque lo manda mi seor valido.""Va el otro disolutoa cobrar el tributoy si le dicen: - "Hombre, qu le quieresal pobre labrador? Tirano eres.Dbete alguna cosa este cuitado?"- "No", le responde airado.- "Pues cmo le despojas, atrevido?"Porque lo manda mi seor valido.""Pnese un cadahalso, lindo yugo;llega luego el verdugoa cortar la cabeza al inocente.Dice el vulgo doliente:- "Por qu le matas, brbaro escogido?"- "Porque lo manda mi seor valido.""Est el otro en su casa descuidado,llega un ministro, brazo del privado,y pnele en prisin, cual forajido,porque lo manda su seor valido."Esta es vida, seor?, sta es privanza?este lugar se alcanzapor materia de estado?Buen lance por mandar hemos echado!Alto de aqu! Bajemos de lo alto,no aguardemos el salto,que, por Dios, que si cais del sacro solioque has de pedir el olio,y no quisiera verte entre muchachosfirmando con afrenta los despachos,"Rezando en Maquiavelote quieres ir al cielo?Alborotando pueblos y nacionesquieres ganar perdones?Con una y otra, al parecer, vitoriapiensas ganar la gloria?Qu lindo disparate!No vi en mi vida tan valido orate."Ganars, noramala para el diablo(perdona este vocablo),un odio general en todo el mundo,un dolor sin segundo,un nombre de tirano,un tesoro profano,una vida cansada,una accin invidiada,una muerte penosa,una riqueza odiosa,una loca esperanza;y, despus de cada tu privanza,una cuenta muy larga a Dios de todo,donde saldrs de modoque ni t, ni tu padre,ni tu seora madrete conoscan, valido desgraciado,en el infierno mismo sepultado,donde sers esclavo eternamentedel propio Lucifer y de su gente,y dirs al Tioso:"Por qu me quemas, brbaro alevoso?"Y l te responder, muy presumido:"Porque lo manda mi seor valido.""El rey es padre de la monarqua(repara en la sentencia, que no es ma);pero el valido, aunque lo sea un astro,ha de ser un padrastro.Dejemos gobernar al propio dueo,que esto de la privanza es como sueo,que, cuando recordamos,con pena y sin dineros nos hallamos"."Yo no quiero privanza, seor mo,qu gentil desvaro!Cobrar mil enemigos,tener pocos amigos,andar siempre la barba sobre el hombroy otros que no los nombrodolores incurables.Por tu vida, mi cuerpo, que no hables,que perderse tu alma en trono horribletriste cosa ser, pero pusible;y no menos ser, por no cansarte,dejar de ver a Dios y condenarte.Y yo, que soy tus duelos y quebranto,loco debo de ser, pues no soy santo."Sonrise mi prncipe con unarisa de los que azotan en la cuna,y si fuera del cuerpo me cogiera,el alma me rompiera;pero como en la suya me tena,quiso que yo le hiciese compaa.Djome, ms severo que un donado:- "Alma, no de privado,sino de un necio loco,destos que saben mucho de lo pocoy poco de lo mucho siendo nada,eres alma de cntaro, cuitada.Qu has dicho, majadero,espritu santn, lince escudero?Alma vulgar, conmigo santidades,que soy la piedra imn de las verdades?Entiendes o presumes que el Estadofrisa con un letrado?Imaginas que es ciencia que se estudiaen pramos de Alcudia?Oh, qu lindo relentepara inviarte al limbo de repente!"Hermano, si el validofuere manso, pacfico, lucido,rezador, verdadero,apacible, corts, buen caballero,y estuviere con poco muy contento,su materia de estado es un convento:fraile y a ello, y sea capuchino.Que el valido, mi alma, ha de ser chino?Pocas palabras, religin muy poca,ms firme que una roca,ms duro que un Moncayo,ms activo que un rayo,ms soberbio que Amn, ms carniceroque el duro Cancerbero,y aunque vea los ejes desquiciarsey esta mquina abajo desquiciarse,ha de decir: "No es nada, todo es risa"y dejar los pueblos en camisa."Dime, bestia vestida(hablo con la materia de mi vida):Puedo yo contentar al mundo todo?Si esto no puede ser, ponte de lodo.Si no pongo tributos en la tierra,quin ha de hacer la guerra?Se defiende la patria con sermoneso con puros doblones?Y los soldados, en marciales cazas,han de comer sarazas?Puedo yo reprimir a tanto cacocomo alimenta un saco?Poco sabe de frentes laureadasquien tiene las razones limonadas."Ha dado el vulgo necio y presumidoen culpar al valido:si hay poco pan le dicen: "Ya no llueve:el privado lo manda", y si se muevealgn rayo del cielodicen: "Est rezando en Maquiavelo";si doy muerte a un traidor inobedientedicen todos: "Matle: es insolente";si para defender un reino enterojunto mucho dinero,dicen luego, con ansias de la muerte:"Que se robe en poblado desta suerte!";si hay de algn mal suceso testimonio:"Qu ha de hacer aquel cara de demonio!",dicen muy descansados.Bribones sin prudencia, mal mirados,tontos al olio, gobernaos vosotrosy os desharis los unos a los otros!Mas yo tengo la culpa, en casos tales,de gobernar tan grandes animales,polticos de a palmo,que curan el Estado por ensalmo."Ms quisiera, por Dios, s, ms quisieraremar en la galeraque gobernar sin alma noche y dael cuerpo de tan grande monarqua."Yo no como ni duermosiendo de pretendientes estafermo,y si no los despacho bien a todos,van dndome a los diablos de mil modos."Pero dejando aparte esta inorancia,del vulgacho cruel nociva infancia,temes que me condene por estadosiendo l propio salvado?A no ser un espritu divino,dijera que las almas beben vino.Calla, inorante, que, del cielo abajo,todo mandar es ir por el atajo.Yo bajarme del solio?Yo no entrar en el regio capitolio?Yo no mandar el mundo en paz y en guerra?No lo har, por el cielo ni la tierra!No tienes que cansarte,ni menos que endiosarte,que antes de ser nacidotuve humos de validoy lo he de ser, aunque se pierda cuantocubre el celeste manto,que tu humilde consejoes templado a lo viejo.Hable el vulgo, murmure la noblezay quibrese la invidia la cabeza,que he de ser archiduqueaunque el mundo y el cielo se trabuque,pues de cualquiera modotodo valido se lo lleva todo.""Esto es hecho. Acabse-me dijo mi dolor-. Este cerrse:alto, a otro cuerpo, pensamiento mo,que no os conviene tanto seoro!Salid deste retrete,que gele a chamusquina este pebete."Una noche que estaba mi validode cierto mal suceso consumido,cierto ministro vario,mulo secretario,con un decreto decret su ida,que fue lo mismo que acabar su vida:cay de la privanza,que esta fortuna alcanzaquien pretendi de un vuelo,de Babel en Babel, subir al cielo.Sali de la privanza tan deprisaque no acert a ponerse la camisa,y como todo mal la vida ataja,brevemente se puso la mortaja.Y yo, por consolalle,me transplant en la calle,notando que su entierrofue como su destierro:secreto, sordo, triste, desgraciadoy, ms que desgraciado, mormurado,siendo aqueste epigramaejemplo vivo de su muerta llama:sonetoEste que a rayos del divino Apologobierno fue de su luciente da,hoy en la urna desta losa framendiga obscuridad al Mauseolo.El que llevaba, dende polo a polo,rodeado de noble compaael mbito de tanta monarqua,hoy, dividido en polvo, se halla solo.Mrale, pasajero, si la lumbrede la razn moral tu dicha alcanza,y repara si hay bien sin pesadumbre.No te engae tu misma confianza,que quien sube y no baja de la cumbreni fue valido ni admiti privanza.Transmigracin VEn don Gregorio GuadaaLuego que ca de la privanza de mi valido, el seor Apolo me dej de su mano; y lo estim, pues, dejando la poesa, me pareci que estaba en el valle de la cordura, si hay alguna fuera del ciclo.Empec a despabilar ideas y a galopear pensamientos, y, de uno en otro, me hall a vista de Sevilla, ciudad tan insigne como noble. Determin de buscar amo entre tantos ciudadanos ilustres como honraban sus edificios, procurando algn istrumento material bien organizado, donde pudiese tocar las espirituales cuerdas de mi naturaleza.Con este noble pensamiento, al pasar por la puerta de Triana, o decir a un mdico que iba hablando entre s: "Es pusible que no tenga yo hijos en tantos aos de matrimonio, haciendo tantas diligencias para ello?" Parecime que la seora doctora me estaba aguardando, segu mi fsico y, despus, de haber hecho cuatro visitas y cinco o seis muertes, digo juntas, llegu con l a su casa, y en ella hall el dueo que deseaba. Entrme en el vientre de la seora su esposa y anim a don Gregorio Guadaa, hijo nico de mi doctor. No ser bien que, habiendo l mismo dejado escrito la mayor parte de su vida, no sea ella misma mi quinta transmigracin. Entretnganse los curiosos leyendo, no la vida del Buscn (pues est por nacer quien pueda imitar al insigne don Francisco de Quevedo), sino la de don Gregorio Guadaa, hijo de Sevilla y transplantado en corte, que son las dos mejores universidades del orbe, donde se gradan los hijos de vecino de la ciencia que adquiri el primer hombre, sta es: saber del bien y del mal; si bien la de don Gregorio no fris con la que tuvo la Pcara Justina, por ser tan hombre, ni se desvi de las obras de Gusmn de Alfarache, dando al mundo, en una mediocridad de estado, un verdadero ejemplo de los sucesos deste siglo.Vida de don Gregorio GuadaaCaptulo ICuenta don Gregorio su patria y geneloga

Si est de Dios que yo he de ser coronista de mi vida, vaya de historia.Yo, seores mos, nac en Triana, un tiro de vista de Sevilla (por no tropezar en piedra). Mi padre fue doctor de medecina y mi madre, comadre: ella serva de sacar gente al mundo y l de sacallos del mundo, uno les daba cuna y otro sepoltura. Llambase mi padre el doctor Guadaa y mi madre, la comadre de la Luz. l curaba lo mejor del lugar y ella tentaba lo mejor de la ciudad; quiero decir que l curaba al vuelo y ella al tiento. Andaba mi padre en mula y mi madre en mulo, por andar al revs, y todas las noches, despus de vaciar las faldiqueras, se contaba el uno al otro lo nacido y lo muerto. No coman juntos, y lo muerto. No coman juntos, porque mi padre tena asco de las manos de mi madre, y ella de sus ojos, por habellos paseado por las cmaras o aposentos de los enfermos. Cuando haba algn parto secreto, el sobreparto curaba l y el parto ella, y todo se caa en casa. Mi padre daba remedios para fingir opilaciones y mi madre, a los nueve meses, desopilaba a todas.

Un to mo, hermano de mi padre, era boticario, pero tan redomado que, haciendo un da su testamento, ordenaba que le diesen sepoltura en una redoma, por venderse por droga. Era su botica una picina dellas, y el ngel que la mova era mi padre; pero los pobres que caan en ella, en vez de llevar la cama a cuestas, los llevaban a ellos. No se daba manos mi to a llenar su botica, ni mi padre a vacialla, y entre los dos haba cuenta de medio

Un to mo, hermano de mi padre, era boticario, pero tan redomado que, haciendo un da su testamento, ordenaba que le diesen sepoltura en una redoma, por venderse por droga. Era su botica una picina dellas, y el ngel que la mova era mi padre; pero los pobres que caan en ella, en vez de llevar la cama a cuestas, los llevaban a ellos. No se daba manos mi to a llenar su botica, ni mi padre a vacialla, y entre los dos haba cuenta de medio partir cada mes lo bebido y lo purgado. Si un enfermo haba menester un jarabe, mi padre le recetaba diez, y si una midicina veinte; y con este adbitro estaba de bote en bote la casa, llena de dinero a pura receta balda, igualando mi padre las enfermedades, pues todas gozaban igualmente de su providencia. Cuando un enfermo deca que no poda tomar purga, mi padre le haca tomar pldoras, y si no gustaba de ellas, las comutaba a pcimas, y de no, a jarabes, y cuando el enfermo estaba en su opinin, l se despeda; y de esta manera obligaba a todos a beber (o a reventar, que todo es uno) cuanto recetaba. Nunca fue nico en los remedios, porque hubo da de veinticuatro (a hora por remedio o a remedio por hora) y sin remedio los iba despachando a todos. Cuando l conoca una enfermedad corta, le largaba la rienda, y cuando caminaba mucho, se la tiraba, y entre andadura y trote, nunca la dejaba llegar a la posada de la salud, antes la rodeaba por el camino de la muerte, sesteando todos en casa de mi to el boticario. Tasaba mi padre sus recetas como para s, y sola muchas veces reir con su hermano, con lo cual aseguraba los enfermos. Llambase mi to Ambrosio Jeringa, si bien el Jeringa le comutaron muchos a Purgatorio, por los muchos que purgaban en su tienda los pecados de atrs.Tena mi madre un hermano cirujano. Era la llave de mi padre, y con ella abra todo el lugar. Llambase Quiterio Ventosilla. Era el hombre ms dado a perros que vi en mi vida, porque haca notoma de cuantos topaba en la calle. Persegua, aun despus de muertos, a los pobres del hospital, y no paraba hasta velles los hgados y sacalles las entraas. Sola decir que abriendo los muertos sanaba los vivos, pero yo nunca le vi abrir ninguno que no le abriesen primero la sepoltura. Era hombre tan carnicero que el da que no cortaba carne, parta gesos. Haca una sangra por excelencia (o por seora), pero haba de ser en ayunas, que despus de haber bebido (porque l no coma jams) de cinco picadas apenas acertaba una; y como mi padre le conoca la enfermedad, aplicbale la maana por remedio. Era tan noble que jams sac sangre baja: siempre picaba alto. Cuando sangraba del tobillo a alguna dama, asista mi padre con una luz, y mi to traa la sangre ms peligrosa, a pesar de los humores ms ocultos. Tena a fuentes apestado el lugar, y as daba botones de fuego a los racionales como si no lo fueran. Estaban reputadas sus tientas por tentaciones del diablo, y jams abri posterna que no la hiciese. Alegrbase su alma cuando oa espadas en la calle, pero si no haba heridos, deca que todos eran unos cobardes. Sus ingentos eran bufones de las heridas: entretenan un ao y dos las llagas; era grande alegrador de un casco, pero ms del suyo.Mi agelo por parte de padre era sacamuelas. Llambase Toribio Quijada, y desempedraba una, y aun dos, a las mil maravillas. Sola ponerse en la plaza, con un rosario de gesos al cuello, y haca una oracin tan piadosa que la mayor parte de la gente estaba la boca abierta escuchndole. Limpiaba dientes y muelas con tal gracia que nunca ms se hallaban en la boca. Ninguno lleg a sus manos con dolor de muelas que no saliese con otro mayor. Diciplinaba una boca con agua tan fuerte que duraba la llaga en cuanto haba boca. Era distilador de cuantas aguas introdujo la malicia humana; sus redomas eran reliquias del Jordn y llovan damas en su bolsa dinero porque las mudase caras todas las noches, y l las mudaba de forma que no las conocan sus amantes sino cuando l quera. Quitaba canas, tea mudas y mudaba rostros a otro barrio cuando se lo pagaban. En esto de poner dientes era nico; tan bien los pona como los quitaba. Pero en lo que ninguno le llev ventaja fue en hacer ojos: poda uno quitarse el suyo por ponerse el suyo, y era tan letrado sobre esta materia que, con haber hecho dos mil tuertos derechos, ninguno vea la claridad de su justicia.Mi agela por parte de madre se llamaba Aldonza Cristel, y tena por oficio ayudar con ellos a las damas. Servase para tales actos de una jeringa italiana, tan suave y delicada que su ojo no era mayor que el de una aguja, y con ella haca una labor a los ojos de quien la miraba que ni aun el movimiento del hilo se senta. Tena la mano tan hecha a deshacer agravios retenidos que no haba dama, por delicada que fuese, que no fiase della, en ausencia y en presencia, su peligro. En su mocedad fue un lince: tena los ojos tan claros que no se le escapaba el ms obscuro. Cuando una dama melindrosa rehusaba ponerse en sus manos, ella la pona la aguja en la suya y buscaba el norte, y cuando le erraba, tomaba la altura y alcanzaba el puerto sin borrasca. Tena en su casa dos baos, no los de la reina mora, por ser cristianos los que se baaban en ellos, pero en el aseo, limpieza y libertad no deban nada a los del Gran Turco; el uno era masculino y el otro femenino, y por ciertos arcaduces se juntaban sus aguas. Serva mi agela de lavar trozos de cristal, y ninguna dama, por bien que se limpiase, sala enjuta, bien acondicionada s. Tena un agua tan potente que la ms estril se haca fecunda a los primeros tres baos, y as jabonaba ella soles como camisas. Gustaban mucho las cortesanas del agua caliente que vena encaada por unos arcaduces, tan naturales por su artificio que mal ao para el de Juanelo.Una prima hermana ma, hija de m to el cirujano Ambrosio jeringa, era maesa de nias. Llambase Belona Lagartija y tan estremada en todo gnero de costura que labraba un enredo de noche sobre la almohada tan bien como de da le zurca. Tena a cargo algunas nias, no tan nias que no tuviesen nios que las llevasen y trujesen de la escuela. Era la seora mi prima tan prima en la boclica dotrina que, despus de haber juntado sus dicpulas las meriendas, se las coma. Tena arte y natural de robar los corazones a todos sin ser gavilana. Era dama tan gentil que idolatraba una estafa mejor que al sol, y presuma tanto de serlo, que traa pendientes de sus rayos los mejores planetas del lugar, y yo entre ellos. Haca junta de sus dicpulas, y cantbales la cartilla en dos palabras. El mejor arte que tena era subirse sobre su doctrina y a meneos y gestos enterneca la naturaleza. Ninguna sali de sus manos que no supiese bordar un embuste tan bien como Celestina. Prendase de forma que se soltaba cuando quera. Azotaba sus nias cuando venan tarde, y hasta que derramaban mil lgrimas no cesaba el castigo. Jurbasela con el dedo, si no ganaban la palmatoria, y como a ella no le tocaba la palma por no ser mrtir, quera hacer notoria su virginidad. Tena estremada gracia en ensear a escribir; sus dicpulas traan el papel y ella les daba plumas; la tinta era negra como la noche, y desta forma, en nueve meses, sacaban forma y materia perfeta. Muchas mujeres iban a su escuela por aprender labor y principalmente por saber hacer puntas y encajes, y llevaban hecha una costura, un encaje y una punta tan perfetos que sus dueos los jusgaban por hecho en casa. Era la suya de grande recogimiento. Nunca consenta que sus dicpulas holgasen; siempre trabajaban con la aguja en la mano de noche y de da. Gustaba mucho que sus nias se tocasen bien, y en razn de posturas, reverencias y gestos, era nica y temanla tanto que cuando las enseaba ninguna se meneaba sin su licencia. Cuando vena a su escuela algn galn a hablar con su parienta, los mandaba hablar juntos en otra cuadra, porque las otras muchachas no perdiesen su labor escuchando la pltica, que siempre fue amiga de dar buenos ejemplos.Un primo mo, hijo de mi to el boticario Ambrosio Jeringa, era alquimista. Llambase Crisstomo Candil, y slo le faltaba quemarse a s para hallar la piedra filosofal, porque l lo era. Haba trado gran cantidad de orates engaados sobre convertir las piedras en oro, y como no se convertan, las haban dado por herticas, y a l tambin. Era su casa el ltimo cuartel del infierno, donde penaban los metales los pecados de mi primo. Era el diablo filosofal cuando se pona a martirizar los mistos y los simples, siendo el mayor que aliment la ignorancia. Un da ri con un criado suyo sobre que no poda meter en los cascos la piedra que tantos buscaban; rise el mozo y l le tir unas tenazas que tena en la mano; el criado, sentido del golpe, oyndole decir que no hallaba la piedra, le tir una que tena y metile en los cascos la piedra mortal, en lugar de la filosofal, y psole en peligro de ir a buscalla al infierno. Haba gastado la botica de su padre en estas locuras, pero la botica daba para todo, y aunque no lo diera, l esperaba restauralla a puro acrisolar disparates. Bulla como un azogue a fuerza de tratar con l, y tena trasladadas a su casa las minas del Almadn, con calidad de dar su alma a la piedra filosofal, a quien adoraba por fe, aunque mala. Tena hecho pacto con la fragua de morir en ella, tanto la quera, por haberle robado con el mucho amor, o calor, el poco juicio que tena.Mi bisagelo por parte de padre era saludador. Llambase Estefanio Ensalmo y su mujer Casilda Pomada. Naci con tal gracia mi bisagelo que dende la barriga de su madre vena soplando. Aprendi este oficio con un alguacil de los vagamundos en Sevilla, y de un soplo suyo rezucitaba un proceso. Ninguno le llev ventaja en soplar hacia dentro; era la destruicin del vino, pero parecindole mal soplar en secreto, determin de soplar en pblico. Armse de la hechura de un crucifijo de latn y psose en el Arenal de Sevilla a saludar bolsas. Tena un muchacho hecho a la mano; ste, en achaque de rabiar, se le pona delante pidindole soplos; l besaba la cruz (que nunca se vio con tan mala paz) y con grande admiracin, dando voces a la gente diciendo que se apartasen de aquel muchacho, que rabiaba, le disparaba tan cruel tabagada que daba con l en tierra; acuda luego con un calvario de cruces, levantbase el muchacho y con este adbitrio llovan ignorantes a compralle el aliento a peso de plata. Sola, cuando saludaba de mal de rabia, arrimarse al paciente, que no la tena, y sacbale la bolsa por ensalmo, y cuando el pobre la hallaba menos, rabiaba de veras. Cuando saludaba ganado era de noche, y era meter dos zorras a saludar ovejas. Nunca se limpiaba de vino, como otros de calentura. Sola untarse los pies con un betn fuerte, y entraba por una barra ardiendo como por flores; pero descuidndose un da de no untarse, por estar hecho una uva, le salud el fuego de forma que ninguno le viera hacer el canario que no dijera que rabiaba, y por ms soplos que daba, el fuego no se quera dar por saludado. No se levant de la cama en seis meses, y no por eso dejaba de saludar a Cazalla seis veces cada da, y si San Martn, estuviera cerca, hiciera lo mismo. Dio un tiempo en ser hipcrita por no correlle bien el oficio de saludador. Armse de una lamparilla y andaba de noche pidiendo para las nimas, y la primera que meta era la suya. Tena una voz como un clarn; sola ponerse en la plaza de San Francisco entre once y doce de la noche, y haca llorar los escribanos los pecados de aquel da, que no era poco. Tena un amigo tabernero que le tomaba cuenta de la demanda y l del vino; habase vestido un saco, con que llevaba a saco todas las bolsas. Llambanle por la ciudad el hermano Estefanio, y no tuvo tantos la Santa Hermandad. Tena ojeriza todas las noches con la cabeza del Rey don Pedro, que est en el Candilejo hecha de mrmol; ponase frontero della y atemorizaba el barrio pidiendo para l, y como un poeta que viva en lo alto de la casa buscase soledad y silencio para hacer sus versos, enfadado de or tan insolente demanda, le llam diciendo:Hermano, pare limosna.l, que oy la voz del primer cuarto de las estrellas, tomando su gabn o capa larga con ambas manos, dijo con voz dolorosa:Eche, hermano, que Dios se lo pagar.El poeta, con no pequea devocin, le dej caer de lo alto la alhaja ms servicial que tena en casa, y puso a mi agelo como una basura. El, que se vio dentro de Mrida en tan poco tiempo, empez a privarse de razn, diciendo que bajase a deshacer el agravio que le haba hecho, a cuyas quejas el poeta, sacando un candil que daba luz a sus versos, le dijo: "Hermano, hall la limosna? Quiere luz?", y cerrando la ventana, lo dej ascuras. Qued tan escandalizado de esta burla que ni aun de da pasaba por la Cabeza del Rey don Pedro.Mi bisagela tiraba por otro rumbo. Era barbera de las damas; quiero decir que les quitaba el vello (y a veces el pellejo), pintaba cejas, haca mudas, aderezaba pasas, forjaba arreboles, baaba soles, pona lunares y preparaba solimn. El inocente rostro que se pona en sus manos, si no sala mrtir, sala confesor. Anochecan en su casa las viejas palomas y salan cuervos. En esto de sacar manchas era nica. quitaba las de la cara, pero no las del cuerpo. ltimamente, no pretendo cansar a vuesas mercedes con brujelear ms la baraja de mi honrada geneloga, pues era proceder infinito y dar con la que tuvo Adn en el campo damaceno. stos fueron los ms honrados de mi linaje, de cuyos oficios saqu mis armas. Bien poda mi vanidad pintar en su escudo zorras, zorrillas, perros, gavilanes, castillos y otras sabandijas; pero sera igualarme y aun condenarme por la va ordinaria. La guadaa y el orinal saqu de mi padre, las muelas de mi to, las redomas de mi boticario, y a este paso los dems con que adorno el escudo de mis armas. Si soy bien nacido dir el captulo que se sigue, y si tengo nobleza lo dirn mis obras en el discurso de mi vida, pues, a mi flaco juicio, el ms bien nacido fue siempre el que vive mejor.Captulo IICuenta don Gregorio su nacimiento prodigiosoMis padres no tuvieron hijos en ms de doce aos de matrimonio, y un da dijo mi padre a mi buena madre:Cmo es posible, Brgida de la Luz ste era su nombre, que habiendo vos hecho parir a tantas no os apliquis a parir?Mirad, doctor respondi ella, de la misma suerte que vos matis y os quedis vivo hago yo con mis comadres: hgolas parir, pero qudome sin parir.Segn eso dijo l, cuando yo muera, pariris vos?Puede ser respondi ella.Enojse mi padre y cada da andaban al morro sobre mi concepcin. Ella deca que no haba de parir y l que s, y yo los enfadaba aun antes de nacido.Mirad, Brgida deca mi padre, no hay gusto como tener hijos. Esta hacienda que gozamos, a quin la podemos dejar sino a nosotros mismos?Doctor responda ella, si vos no empreis, cmo puedo yo parir?Luego en m est la falta? replicaba l.Bueno es eso! responda ella. Pues qu, en m? No probaris vos eso aunque revolvis todos los libros de la medecina.Si vos os echrades una bisma, dica mi padre no anduviramos cada da en estas disputas.Yo bisma? responda ella. Echosla vos que necesitis della, que mi madre, buen siglo haya su alma, no contentndose de haberme parido, se ech una y revent antes del parto, y no me est a cuento tener herederos tan a mi costa.Pues algn remedio se ha de dar dica mi padre para que os metis encinta.Meteos vos en la razn responda ella, que yo no gusto de partos con artificio, que no soy Juanelo; y no pensis que fundo mal mi razn, porque los arcaduces de la generacin han de venir naturalmente, y no con tramoyas, como parto de comedia.Si yo supiera dica mi padre que la falta estaba en m, yo buscara remedio suficiente para tener hijos.Doctor replicaba mi madre, no andemos engaando la naturaleza; haced vuestra diligencia como manda Dios y no como ordena el diablo, y pues tenis potencia para matar, tenelda para engendrar, y no me deis materia para que busque otra forma.Estas y otras plticas solan tener mis padres sobre faltarles heredero, segn me contaron despus, hasta que un da, estando mi madre bien descuidada, yo llam a la puerta de su estmago con un vmito. Bien terna ella mi venida, habindola faltado el correo ordinario: tres meses sin carta ma. Entr mi padre por la cuadra cuando ella estaba con el ansia, y djola:Qu tenis, Brgida?Doctor respondi[] ella, tengo ansias de heredero.Buenas nuevas os d Dios! replic l.Tomla el pulso y confirmle el preado con tanta alegra como si yo estuviera fuera llamndole tata.Dio mi madre en ser antojadiza, y un da dijo que la trujesen el ave fnix. Mi padre, por no deshacerme antes de tiempo busc una ave esquisita de la India, y no contenta de habrsela guisado a su modo, se le antoj, antes de proballa, morder a mi padre en el pescuezo. Otorg el pobre con harto dolor de su alma y aun de su cuerpo. Hinc el diente mi madre diciendo:Doctor, pues quisistes heredero y no le trujistes el ave fnix, servidle de avecenal.En fin, el antojo le hizo otro en el testuz, saliendo mi padre con la marca de su heredero, si bien por no conocerme me compraba tan a su costa.Di en ser tan entremetido desde el vientre de mi madre, que no la dejaba dormir de noche a puras coces. Era un diablo encarnado. Sola meterme entre las dos caderas, y ella daba unas voces tan fuertes que las pona en la vecindad, por no enfadar al cielo. Cuando ella estaba descuidada, sola yo darle una vuelta al aposento de su vientre y revolverla hasta las entraas.Doctor! dica rabiando. Qu Roberto el Diablo me habis metido en el cuerpo?Jess mil veces! dica l. Estis endemoniada?Estoy endoctorada, que es peor responda ella. En mi juicio estaba yo de no tomar bisma.Bisma? dica mi padre. Pues cundo la tomastes?Pecadora de m! dica ella. Tan flaco sois de memoria que no os acordis? Heredada tengis el alma de Galeno, que as distes heredero a mi vida tan sin pensar! Aconsejaos con toda la medecina y mirad si con otra bisma se puede remediar sta, que as la podr yo llevar como volar. Quin me hizo de comadre, madre, y de estril, fecunda? Sin duda que el fruto de mi vientre es de casta de encinas, pues si ellas lo dan a palos, yo a coces. No, no ha de pasar as, por el siglo de mi agela, que pues vos fuistes el autor de m dao, que lo habis de remediar, o sobre eso morena, blanca o negra!Brgida dica mi padre, a los nueve meses, como vos sabis, se quita ese dolor. La mejor bisma que podis tomar agora es el tiempo. Sosegaos, que despus de pasada la tormenta amanecer en el puerto de vuestros brazos un infante, y entonces no os hallaris de gozo.Ya yo s replic ella que no me hallar entonces, porque me habr ido para la otra vida. Pero en lo que toca a ser infante, malos aos para vos; infanta ha de ser, y como tal se est ensayando para revolver el mundo. Qu queris: un doctorico? No, no os veris en eso. Ahto est el mundo de doctores y no de comadres. No le faltaba ms a Brgida de la Luz sino parir un hijo hermofrodita, medio doctor y medio comadre. No, amigo; mejor cuadra a la mujer ser doctora y comadre que al varn ser comadre y doctor.Pecadora de vos responda l, no veis que la hija no levanta la generacin y el hijo s?Ya yo s respondi ella que una hija no levanta lo que levanta un varn, pero tal vez una sola mujer ha levantado a muchos hombres del polvo de la tierra y pustolos en el cuerno de la luna.Mirad dica mi padre, para parir hija mejor fuera que no hubiredes tomado bisma.Ese es el pago que vos me daris? respondi ella. Pues hija ha de ser, aunque os pese!ltimamente en estas disputas lleg la hora de enfadarme yo de la posada. Comenc a sacudir las tnicas de la vida para vestirme las de la muerte. Mi madre, como maestra de tales actos, empez a quejarse de mi atrevimiento; llense la cuadra de vecinas, las cuales, por hacer compaa a mi madre cuando ella pujaba por echarme de s, pujaban todas, y algunas paran antes que mi madre. Di en que haba de nacer de pies, por no venir rodando de cabeza, como hacen todos. Avis la comadre dicpula de mi madre a mi padre deste trabajo, profetizando un parto peligroso, como si no lo fueran todos, pues salen a morir. Rogbanme que yo diese una vuelta, como si fuera podenco, y yo quedo que quedo, plantndome de pies firmes en el vientre de mi madre.Ea, amiga dica la sotacomadre; maestra sois, valeos de vuestra ciencia.Qu ciencia, pecadora de m respondi mi madre, si ese ladrn de doctor me la quit con una bisma?Entonces las vecinas, unas llorando, otras rabiando, dican:Puje, seora comadre, que le va la vida. Salga de pies o de cabeza, chelo fuera.No puedo dica mi madre.Pues ha de poder replicaba su dicpula rascndome los pies, y yo erre que erre.Llamaron a mi to el cirujano y algunos mdicos amigos de mi padre. Hicieron junta sobre m aun antes de nacido, tales son los mdicos que aun all tienen juridicsin sobre nuestras vidas. Dieron a mi madre muerta si no me sacaban hecho cuartos, como si yo hubiera cometido algn crimen de lesa majestad. Mi padre dica a voces que abriesen a mi madre por medio si queran que yo saliese vivo. Oylo ella, que no estaba tan muerta, y dijo:Abierto tengis el corazn! Dejadme viva, que si esta bisma sali mala, otra saldr buena.Resolvironse a que me pescasen con anzuelo, como si fuera barbo. Empez mi to a sacar garfios para sacar del pozo de mi madre el caldero de su hijo. Ol el fruto de Viscaya, pseme de pies juntillos deceando salir de aquel peligro. Pidi pujos la comadre, y a dos rempujones me arroj mi madre de la ventana de la muerte a la calle de la vida. Empezaron todos a rer, y yo a llorar.Aquitense dijo mi madre, que no ha salido todo.Era as la verdad, porque yo vena preso de ciertas damas a quien todos rinden parias, y hacanse tanto de rogar estas seoras, que estuve por meterme otra vez en el vientre de mi madre para sacalla fuera. En fin, salieron, y en pago de su rebelda las quemaron. Pidi albricias la comadre, habindome tentado; mi to el boticario le prometi una jeringa, mi padre una receta y mi cirujano una sangra para mayo. Ella lo estim, porque saba que le daban de lo mejor que vendan en sus tiendas.Empezaron todos a alabar mi hermosura. Unos dican que pareca a mi madre, otros que a mi padre, otros que a mi agela, otros que a mi agelo, otros que a ninguno, y todos decan verdad. Empezaron juntamente a paladearme con miel, por engaar el acbar que me tena aparejado el seor mundo. Vestronme la primera mortaja y empec a jurar de cadver y a recibir por cuenta la respiracin del aire. Quin dijera que despus de nueve meses de crcel me diesen libertad en otra ms obscura!Ordenaron de darme ama. Hubo en esto diversos pareceres sobre la leche; llova Galicia gallegas, y todas sobre un espejo daban rayos de vino disfrazado en cuajo. ltimamente le entregaron mi inocencia a una que pudiera apostar a beber secreto con hipcrita. Empec a aplicar mis labios a sus dos pechos, tan grandes que parecan alcabalas de Baco. La cara de mi ama no diferenciaba de la de una loba, como lo era. Metironme en la cuna (primera sepultura del hombre) y con toda la msica de Galicia no me haran dormir, si yo daba en llorar.Ordenaron que durmiese con aquel pellejo que me alimentaba, y una noche que mi gallega tena cuatro dedos de vino sobre los sesos, me quiso arropar con todo su cuerpo. Pero yo, que haba bebido gran cantidad de mosto, empec a levantar el chillido de tal suerte que levant la casa, cuanto y ms los que dorman en ella. Acudi mi madre y sus criadas, y llegndose a la cama, me hallaron debajo de aquella cuba casi para espirar. Quitronme la pesadilla que tena encima, rieron al ama y pusironme en la cuna para que buscase la rebusca que le haba quedado a mi gallega. No la despidieron, porque dijeron los mdicos que no mudasen amas s no queran que yo mudase de vida.En fin, no quiero enfadar a vuesas mercedes con mis nieses, por hallarme tan hombre. Slo dir que mis padres me dieron por nombre don Gregorio Guadaa; cuando nio me llamaban Gregorico, cuando muchacho, Gregorillo, y cuando hombre Gregorio. Subme de hora en hora sobre veinte y dos aos. En ellos fui al estudio, aprend lo que no s y estudi lo que s, con que lo digo todo.Captulo IIIViaje de don Gregorio de Sevilla a Madrid y lo que le sucedio en Carmona

Mis padres queran que yo estudiase para letrado. Yo part como piadoso los estudios: la mitad dellos di a la memoria y la otra mitad a los libros. Parecime la vida de los letrados peligrosa respeto de los muchos pareceres. Sin embargo (estilo suyo), dije a mis padres que quera ir a acabar mis estudios a Salamanca y graduarme de doctor en su universidad. Pareciles bien mis buenos deseos, buscronme letras para Madrid; pseme a la ley de la partida y sal de Sevilla el ltimo da de Pascua de Flores. Iba yo muy a lo noble con mi esplorador de a caballo delante, en una mula llamada la Andadura. Al llegar a los Caos de Carmona encontramos con un juez persiguidor, digo pesquisidor, con sus ngeles de guarda: escribano y alguacil. Perguntme muy a lo saludador adnde caminaba, yo le respond que a la Corte.Iremos sirviendo a Vmd. me respondi, que all vamos todos.Dile las gracias por la merced que me haca de llevarme en su compaa, alentse la pltica y preguntle qu negocio le haba obligado a salir de Sevilla.

El me respondi:Seor mo, yo soy juez por su Majestad, y natural de Madrid. Habr dos aos que vine a Sevilla, a castigar ciertos agresores que haban muerto un caballero alevosamente.Qu, vmd. es le repliqu el seor don..., don...? Yo no le conoca.Don Juan de Liartes soy, para servir a vmd. me respondi de nuevo. Le dije:Ofresco mi persona al servicio de vmd., que deseaba conocelle por la gran fama de juez y caballero que deja en Sevilla.Por lo menos replic l, aunque mis mulos quieran escurecer el sol de mi justicia, no podrn, por los muchos rayos que han salido de ella.sos he visto yo le repliqu en los muchos que vmd. deja azotados, colgados y echados a galeras.Hulgome que sea testigo de vista me respondi, que no me ser de dao en el Consejo su testimonio. Ha costado esta muerte ms de cuarenta.Pues cmo? dije yo. Todos mataron a ese caballero?No le mataron replic, pero eran amigos de los matadores, a quien no pude coger, por haberse pasado a Indias.Lo que yo o decir en Sevilla le respond, es que vmd. los tena presos en la crcel real y que se le escaparon al alcaide, y l con ellos.As es dijo l, y no faltaron malas lenguas que publicaron haber sido yo el primer movedor de esa danza. Pero costles salir a vergenza pblica y algunos fueron a galeras, para escarmiento de muchos que hablan de la justicia como si dominaran sobre ella.Vmd. hizo como quien es le dije en sacar a limpio su honra. Pero tal vez el juez se fa del escribano y sin tener culpa en el cohecho le culpan en el hecho.No bien haba soltado la palabra de la boca, cuando me la cogi al vuelo el escribano, diciendo:sos escribanos, seor hidalgo? Ms son escribas que ministros de fe! Yo soy el secretario Arenillasit, y no es el sol ms limpio cuando da testimonio al da de su luz que yo.No, por vida de..., suplico a vmd. no se altere le respond, que lo que dije fue hablando en general, y no en particular! No obstante que, cuando el juez est libre, y el escribano, hay aguacil.Cmo aguacil? replic el mismo aguacil conceme vmd.?Yo le dije:No conosco a vmd., si no es para serville.Pues yo soy esto dijo hecho un diablo el aguacil Torotell, y tengo tan hecha la mano a prender ladrones como a castigar deslenguados!Yo repar que tena mi lengua en la boca, y as no me di por entendido, pues hablaba con deslenguados. Metise el juez de por medio y dijo:Este caballero habla muy cortsmente: discurre sobre la materia sin nombrar partes, y as ninguno se debe agraviar de aquello que no le toca.Aseguro a vuesas mercedes, seoras, escelencias y dems dignidades que leyeren mi historia, que si yo tuviera poder sobre los tres, que los mandara colgar sin otra informacin, porque se sintieron de manera que les conoc el delito tan bien como ellos lo haban ejecutado.Mudamos pltica (por haber conocido la terica), cuando lleg a nosotros a toda prisa un hombre algo poblado de barba, en una mula parienta de Andadura. Saludnos y saludmosle, que, como a m me vena de casta, lo haca soberanamente. Preguntle adnde caminaba, y respondi que a Madrid. Como le vi tan barbn, le marqu por letrado, como lo era. Mi juez, cuando lo supo, qued contentsimo, por llevar la Audiencia cabal. Preguntle qu negocio le sacaba de Sevilla a la Corte, y respondime que iba a reformar todas las leyes de los jurisconsultos, sin quedar ninguna. Rise el juez y remonos todos, y sin dejar el tema, nos quiso hablar en latn y metise en Babilonia de hoz y de coz; hablaba setenta y dos lenguas juntas y no hablaba ninguna; y, de cuando en cuando, deca:Si a m me dejaran purgar las leyes, yo baldara a Baldo y a cuantos le siguen.No me pareci mal la postrera razn y quisiera que la pusieran luego por obra, para que le desterraran a l el primero. El escribano era uno de los lindos y feos bellacos que levantaron testimonio a su signo, y conocindole el humor, le dijo:Seor licenciado, quisiera informar a vmd. de un pleito en que vamos dudosos todos los de la compaa.Informe le respondi, que el parecer que yo le diere ser sentencia difinitiva.Pues suplcole est atento dijo el escribano, que me va no menos que la vida, la honra y la hacienda: Yo, seor, soy natural de Valparaso. Mi padre se cas dos veces, una por orden de Dios y otra por gusto del diablo. Del legtimo matrimonio sal yo, y del bastardo, otro tan bastardo que era Zurdo. Mi agela por parte de madre, Zurda tambin, por cierta enemistad que tuvo con mi padre, dej todos sus bienes a la bastarda. Yo que me llamaba del propio nombre, di en ser Zurdo, pero un hermano de mi agela, letrado y Zurdo, se opuso a los bienes, diciendo que su hermana no poda dejarlos a sus nietos, por cuanto l era hombre de leyes y las haca. Apenas meti la primera peticin, cuando una hija de mi agela (pero no de mi agelo), Zurda tambin, sale y dice que ella es ligtima heredera de los tales bienes, y que en cuanto a la clusula del testamento de su madre que manda no herede hombre ni mujer derecho, alega ser ella Zurda en grado superlativo aun antes de nacer, porque su padre le engendr a zurdas.Tngase vmd.! dijo el letrado. Cuntos Zurdos se oponen a estos bienes?Cuatro hasta ahora respondi el escribano.Pues hay ms? replic el letrado.Suplcole est atento dijo Arenillas, que yo har el caso derecho. Digo que estando el pleito en este estado, un hipcrita zurdo, destos que piden para sus nimas, se opone y dice que mi agela, en el ltimo vale de su vida y principio de su muerte, hizo un codicilio, por el cual manda revocar el testamento y deja a una ermita que gobierna todos sus bienes. Nosotros que vimos desgobernado el pleito, dimos el codicilio por falso, pero el juez, que era hombre de caprichos, provey un auto diciendo que, atento que mi agela en uno y otro testamento se funda en dar los bienes al ms Zurdo, que aquel que probare serlo mejor, se se lleve los bienes. El bastardo alega y dice que l es engendrado en pecado, y que no puede haber mayor zurdo que el pecado. El letrado dice que tuerce el derecho, y que no puede haber mayor zurdo que el que hace lo derecho tuerto. Yo, que soy escribano, digo que vuelvo un pleito lo de dentro afuera, y que no puede haber mayor zurdo que el que vuelve la verdad en mentira. El hipcrita dice que es un diablo y te tienen por santo, y que no puede haber mayor zurdo que el que vuelve lo humano divino. La mujer alega y dice que ella es mujer y zurda, y que diga todo hombre si puede una mujer hacer cosa a derechas.Esa zurda dijo el letrado funda mejor su opinin, a pagar de mis leyes.En qu lo funda? respondi el escribano.Fndolo dijo el letrado en que Eva fue sacada del lado isquierdo de Adn, y fndolo en que la manzana que le dio fue con la mano zurda, porque, si fuera con la derecha, Adn no la comiera.Vctor! dijimos todos, que ha dado la sentencia como jurisconsulto teologal.Nosotros quedamos contentos y l pagado de su parecer, que no fue poco.Llegamos con ste y otros pleitos a Carmona. Salinos a recebir una cuba andando; era la gspeda, y tena aposentados sobre s cosa de treinta quintales de carne sin geso, propia para despensa. Si yo fuera a Roma por algn breve, brevemente haba llegado a sus narices. Los ojos estaban penando en dos sumideros. Sus pechos eran tan pesados que no poda la monarqua de su cuerpo con ellos. Su boca tena un chirlo de cuarenta puntos y cuando se rea se le podan ver los hgados, y aun comrselos tambin. Era tan calurosa que siempre se estaba baando en el sudor de s misma, pero el agua sala de una fuente tan sucia que slo la poda oler el mesonero.A su lado vena la criada, no tan criada que no tuviese criados, si bien con el mucho trabajo estaba tan flaca que pareca buja en la mano de su ama. No vi moza ms descarada en mi vida, porque no la tena. El escribano dijo ser espritu visible, el letrado respondi: "Visible? Ni aun invisible!" El juez no la vio, con traer antojos de larga vista. Yo, si la vi, ya no me acuerdo. En fin, yo la he pintado algo, y me pesa, porque no era nada.Apemonos y sali de un aposento el mesonero. Yo, cuando le vi, me admir de haber llegado a Sierra Morena tan presto. Traa un sombrero grande (y l lo era, porque nunca se lo quitaba). Con un pellejo de ante traa suyo, y sobre l, una daga tan ancha como su conciencia y ms larga que su vida. Haba sido Malco en cierto prendimiento y traa cortada la oreja derecha por milagro. El un bigote llegaba a la grfana oreja isquierda y el otro buscaba la derecha por el cogote y no la hallaba. Las narices, largas y anchas. Solamente le faltaba tener los ojos rasgados para que no luciecen tanto unas negras y oscuras nias que tena en ellos. Miraba atravesado, y si lo estuviera, pareciera mejor.Sean bienvenidos voacedes nos dijo, caballeros.Como yo estaba apeado de mi Andadura, no me di por entendido; pero mi letrado, que era acaballerado y siempre andaba en s mismo, le dijo:Gsped, el seor don Juan de Liarte es juez pesquisidor por su Majestad, y as vea dnde se ha de aposentar.Diole cuartana al mesonero, porque para su vida lo mismo era ser pesquisidor que inquisidor. Los dems del mesn andaban barajndose las palabras. Yo conoc el juego y dije a la gspeda que aderezase de comer, que habamos de ir luego nuestra jornada. Resucitaron todos porque entendieron que mi juez les iba a jusgar las almas o las bolsas a los del lugar.Estando a la mesa, dicen que se lleg a m la criada (que yo no la vi) y me dijo al odo:Seor, este licenciado que ya le conoca, es chino o indio?Amiga le respond yo con el mismo secreto, es griego.La moza lo public por el lugar, y con la novedad de ver un letrado griego (que no lo era), se llen el mesn de gente. Entre los que vinieron a verle fue otro letrado del lugar, tan derecho como l. Apenas le dijo el mesonero quin era nuestro abogado, cuando le salud en latn; l le respondi tan bien (o tan mal) que el otro volvi la cara a un amigo suyo y le dijo:Verdad nos han dicho, porque me respondi en griego.Yo solt la risa, y si la dejo correr, se me fuera a Grecia.Seor dijo el abogado del lugar, aunque sea atrevimiento, quisiera preguntar a vmd. s ha mucho que sali de Grecia.Seor mo le respondi nuestro abogado, nunca estuve en ese reino, y as no sabr dar a vmd. razn de lo que me pregunta.Yo apart a un lado al de Carmona y djele:Seor, este jurisconsulto griego es persona de calidad, y viene encubierto a ver y hablar a su majestad y a enmendar todas las leyes y ponellas ms griegas de lo que estn, y as suplico a vmd. le d por escusado si no le respondiere a propsito.Psame dijo, porque tengo un hermano en Grecia y quisiera peguntalle si le conoca. Trae algn criado?No trae criado le dije yo, sino una mula, griega tambin, y nos ha certificado que habla tan buen griego como l, por ser costumbre de Grecia ensear a hablar a los animales como si fueran papagayos.Es pusible me respondi, que habla griego la mula?S dije, y dan la razn diciendo que la burra de Baln aport al pas de Grecia y dej este especie de animales. Si vmd., seor licenciado, sabe algo de griego, entre en la caballeriza y llmela, que a buen seguro le responda.Si ella supiera latn, yo entrara me respondi; pero de griego s poco y temo que mis frasis no los entienda la mula. Pero, con licencia de vmd., quiero entrar a vella.No tiene que tomar ese trabajo dije yo, que ya la saca el mozo del mesn a darla de beber.No bien haban salido todas, cuando me pregunt cul era. Yo le dije:Aquella rucia postrera.El quiso hablalla en italiano y respondile en gallego, pero si, como son la voz de la herradura en la pared sonara en la cabeza, brevemente le metiera el griego en los cascos y le sacara el latn. Fusele al pobre toda la sangre al corazn, y yo le dije:Seor licenciado, no se admire de la respuesta de la mula, que, como no le habl en griego, se pic de la mano, como otras del pie.No me respondi palabra. Antes, salindose de la posada haciendo cruces, iba diciendo:Jess mil veces! Hoy es el da de mi nacimiento! No ms burlas con mulas griegas que hablan por detrs.Apenas hubo salido (pues llevaba hartas), cuando se ape en el mesn por la posta un correo de Madrid. Sali a reconocerlo nuestro alguacil y los dos se abrazaron estrechamente. Pregunt el llegado por el juez; sali al punto del aposento y el correo le present un pliego del Consejo. Abrile y vio que le ordenaba se viniese a Carmona a prender dos caballeros (de los cuales haremos mencin adelante), que importaba al servicio del rey. Dionos parte a m y al letrado de su detencin, y que le pesaba mucho no poder ir en nuestra compaa sirvindonos hasta Madrid. Yo le respond que de ninguna manera le haba de dejar, aunque la comisin durase un ao; el licenciado dijo lo propio, y l nos asegur, despus de muchos cumplimientos, que no tardara seis das en Carmona.Poco le falt al mesonero para ahorcarse antes de tiempo cuando oy que el juez se le quedaba en casa. La gspeda se desmay de mal de justicia. La moza solamente se alegraba de ver gente de pelo en casa, a quien ella imaginaba quitar algunas motas. Tomamos posesin en lo mejor de aquel palacio y no tard mucho que no llegasen a l dos coches de camino, con gente pasajera para Madrid; el uno de ellos vena vaco, con pacto hecho de sestear en Carmona seis das para llenarse.El primero que sali del coche fue un fraile de San Jernimo, tan parecido a la gspeda en lo grueso que no dijeran a Dios sino que los dos se haban amasado en una artesa. El segundo fue un mal soldado, tan hermansimo del gsped que dud si era el mismo. El tercero era un estadista, hombre de capricho y de consejo; el cuarto, un filsofo, el mayor orate que or a la Naturaleza en esta vida y en la otra. La quinta era una vieja, y la sesta (nmero peligroso para tales sujetos) una nia al uso, con ms hermosura que aos y ms esperiencia que das. Diole la mano al bajar del coche el estadista, y ella le dijo:Seor don Crisstomo, mejor materia es subir que bajar.Mi seora doa Beatrs le respondi, esa regla no toca a las damas, pues ms son las que suben que bajan.El filsofo dijo:Ese argumento defender yo, siendo las mujeres de naturaleza de fuego, que siempre buscan lo ms alto.El soldado iba a dar su razn, pero estorbsela el fraile, diciendo:No se trate de cadas, que vamos en coche y tenemos que pasar a Sierra Morena.La vieja era ta de la nia, y nunca vi sol con tan mala aurora. Djola, cuando se ape del coche:Beatricica, mira cmo andas por esas piedras, no caigas.Calle, ta dijo ella. Cmo puede la repblica de mi cuerpo caer con tan buen estadista como llevo al lado!No te fes en eso respondi la vieja, nia, que hay estadista que, en aprovechndose de la repblica, la deja luego.Yo estaba notando los sujetos que salan d