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*Agradecemos a Alberto Farias, Daniel Galizzi, Gestión Urbana—la ONG que realizó la encuesta— Eduardo Amadeo, Julio Aramayo, Florencia Borrescio Higa, Rosalia Cortes, Maria de la Paz Dessy, Pedro Diaz, Alejandro Lastra, Hector Lucas, Graciela Montañez, Juan Sourrouille y Ricardo Szelagowski por la cooperación brindada a lo largo de este estudio, y a Matias Cattaneo y Sebastian Calónico por su excelente ayuda de investigación. También agradecemos al editor, dos referees anónimos, Rawi Abdelal, Josh Lerner, Nitin Nohria, Julio Rotemberg, Claudia Senik, Thierry Verdier y a los participantes de seminarios en NBER, Harvard, Princeton, Delta, George Mason, LACEA y ALACDE por sus comentarios constructivos. © 2007, President and Fellows of Harvard College and the Massachusetts Institute of Technology. The Quarterly Journal of Economics, Febrero 2007 – Traducido al español con permiso. La formación de ideas: Efectos de la asignación de títulos de propiedad a ocupantes informales* Rafael Di Tella Sebastian Galiani Ernesto Schargrodsky* Estudiamos la formación de creencias en un asentamiento informal en las afueras de Buenos Aires, explotando para ello un experimento natural que indujo la asignación de derechos de propiedad en forma exógena a las características de los ocupantes. Hay diferencias significativas en las creencias declaradas por los ocupantes con y sin título de propiedad. Los ocupantes afortunados que terminan recibiendo títulos legales reportan creencias más allegadas a aquellas que favorecen una economía de mercado libre. Algunos ejemplos son creencias materialistas e individualistas (como la creencia de que el dinero es importante para la felicidad o que uno puede ser exitoso sin el respaldo de un grupo grande). Los efectos parecen ser significativos. El valor de un índice (creado) de creencias de “mercado” es un 20 por ciento mayor para los ocupantes con título que para los ocupantes sin título, a pesar de llevar por lo demás vidas similares. Más aún, el efecto es suficientemente grande como para hacer que las creencias de los ocupantes con títulos legales sean básicamente comparables con las de la población general de Buenos Aires, a pesar de las grandes diferencias en sus estilos de vida. I. Introducción Numerosos autores han notado el vínculo entre las creencias y las instituciones económicas. Un ejemplo es el trabajo sobre el excepcionalismo norteamericano, que sugiere que las diferencias en creencias y actitudes explican por qué Europa y América del Norte son tan distintas en la concepción del papel que juega el gobierno en la producción y distribución de ingresos. 1 Por ejemplo, Alesina et al. [2001] reportan que el 60 por ciento de los norteamericanos, pero sólo el 26 por ciento de los europeos, cree que los pobres son perezosos, mientras que el gasto en bienestar social en los Estados Unidos en 1995 fue del 16 por ciento del PBI, en comparación con un promedio del 25 por ciento para los países europeos. Se presentan dos preguntas. La primera es si las creencias pueden cambiar. Y la segunda explora los mecanismos que hacen cambiar las creencias. 1 Ver Hochschild [1981], Inglehart [1990], Piketty [1995], Ladd y Bowman [1998], Benabou y Ok [2001], Alesina et al. [2001], Hall y Soskice [2001], Corneo y Gruner [2002], Rotemberg [2002], Di Tella y MacCulloch [2002], Fong [2004], Alesina y Angeletos [2005], Benabou y Tirole [2006], inter alia.

Di Tella Galiani Schargrodsky 2007

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*Agradecemos a Alberto Farias, Daniel Galizzi, Gestión Urbana—la ONG que realizó la encuesta—Eduardo Amadeo, Julio Aramayo, Florencia Borrescio Higa, Rosalia Cortes, Maria de la Paz Dessy, Pedro Diaz, Alejandro Lastra, Hector Lucas, Graciela Montañez, Juan Sourrouille y Ricardo Szelagowski por la cooperación brindada a lo largo de este estudio, y a Matias Cattaneo y Sebastian Calónico por su excelente ayuda de investigación. También agradecemos al editor, dos referees anónimos, Rawi Abdelal, Josh Lerner, Nitin Nohria, Julio Rotemberg, Claudia Senik, Thierry Verdier y a los participantes de seminarios en NBER, Harvard, Princeton, Delta, George Mason, LACEA y ALACDE por sus comentarios constructivos. © 2007, President and Fellows of Harvard College and the Massachusetts Institute of Technology. The Quarterly Journal of Economics, Febrero 2007 – Traducido al español con permiso.  

La formación de ideas: Efectos de la asignación de títulos de propiedad a ocupantes informales*

Rafael Di Tella Sebastian Galiani

Ernesto Schargrodsky* Estudiamos la formación de creencias en un asentamiento informal en las afueras de Buenos Aires, explotando para ello un experimento natural que indujo la asignación de derechos de propiedad en forma exógena a las características de los ocupantes. Hay diferencias significativas en las creencias declaradas por los ocupantes con y sin título de propiedad. Los ocupantes afortunados que terminan recibiendo títulos legales reportan creencias más allegadas a aquellas que favorecen una economía de mercado libre. Algunos ejemplos son creencias materialistas e individualistas (como la creencia de que el dinero es importante para la felicidad o que uno puede ser exitoso sin el respaldo de un grupo grande). Los efectos parecen ser significativos. El valor de un índice (creado) de creencias de “mercado” es un 20 por ciento mayor para los ocupantes con título que para los ocupantes sin título, a pesar de llevar por lo demás vidas similares. Más aún, el efecto es suficientemente grande como para hacer que las creencias de los ocupantes con títulos legales sean básicamente comparables con las de la población general de Buenos Aires, a pesar de las grandes diferencias en sus estilos de vida.

I. Introducción

Numerosos autores han notado el vínculo entre las creencias y las instituciones económicas. Un ejemplo es el trabajo sobre el excepcionalismo norteamericano, que sugiere que las diferencias en creencias y actitudes explican por qué Europa y América del Norte son tan distintas en la concepción del papel que juega el gobierno en la producción y distribución de ingresos.1 Por ejemplo, Alesina et al. [2001] reportan que el 60 por ciento de los norteamericanos, pero sólo el 26 por ciento de los europeos, cree que los pobres son perezosos, mientras que el gasto en bienestar social en los Estados Unidos en 1995 fue del 16 por ciento del PBI, en comparación con un promedio del 25 por ciento para los países europeos. Se presentan dos preguntas. La primera es si las creencias pueden cambiar. Y la segunda explora los mecanismos que hacen cambiar las creencias.                                                             1 Ver Hochschild [1981], Inglehart [1990], Piketty [1995], Ladd y Bowman [1998], Benabou y Ok [2001], Alesina et al. [2001], Hall y Soskice [2001], Corneo y Gruner [2002], Rotemberg [2002], Di Tella y MacCulloch [2002], Fong [2004], Alesina y Angeletos [2005], Benabou y Tirole [2006], inter alia.

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Por ejemplo, las diferencias en creencias podrían surgir simplemente porque las experiencias de la gente son distintas, y es costoso averiguar qué experiencia es más representativa de la realidad, como lo formalizó Piketty [1995]. Una visión alternativa es que las creencias son formadas intencionalmente por el subconsciente, o por los padres o aun por grupos de interés, como sugieren los modelos recientes de Glaeser [2005], Benabou y Tirole [2006], inter alia. En este artículo proporcionamos una respuesta a la primera pregunta y algunas pruebas sugestivas sobre la segunda.

Estudiamos la formación de creencias explotando un experimento natural. Hace más de 20 años, cientos de familias sin hogar ocuparon un terreno abandonado en las afueras de Buenos Aires, Argentina, que ellos creían que era propiedad del estado. En realidad, el área estaba compuesta de varios parcelas, y cada uno tenía un dueño legal diferente. Después de varios intentos fracasados de desalojarlos, el estado promulgó una ley para expropiar dichas parcelas a cambio de compensación monetaria. El objetivo era transferir más adelante la propiedad a los ocupantes informales. No obstante, sólo algunos de los propietarios originales cedieron el suelo, mientras que otros decidieron oponerse al pago de expropiación. Debido al lento accionar de los tribunales argentinos, la mayoría de las disputas entre el estado y los dueños que se opusieron a la oferta de expropiación no se han resuelto hasta la fecha. En consecuencia, los ocupantes que se habían asentado en los terrenos que no fueron abdicados al estado tienen derechos de propiedad tenues, mientras que aquellos que se habían asentado en terrenos cuyos propietarios aceptaron la expropiación obtuvieron el título pleno de propiedad del suelo.

Hay dos características de este episodio que son importantes para nuestros fines. Primero, la asignación de ocupantes informales a los grupos con y sin el título de propiedad es exógena a las ecuaciones que describen sus creencias porque, como se explicará en detalle en la siguiente sección, las decisiones de los propietarios originales de disputar el pago de expropiación fueron ortogonales a las características de los ocupantes. Segundo, podemos comparar a individuos que viven físicamente muy cerca y bajo condiciones muy similares.

Encontramos diferencias significativas en las creencias declaradas por los ocupantes con y sin títulos legales. Las creencias que estudiamos fueron obtenidas por medio de preguntas de encuestas diseñadas para capturar en forma amplia cuatro creencias que son importantes en el funcionamiento de una sociedad capitalista: individualismo, materialismo, el rol del mérito y la confianza. Por ejemplo, el materialismo se captura en la respuesta a la pregunta "¿Cree usted que tener dinero es importante para ser feliz?" El efecto de este episodio es grande: el conjunto de creencias reportadas por los ocupantes con derechos de propiedad es significativamente diferente del de los ocupantes sin título. El cambio de creencias resultante del tratamiento inducido por nuestro experimento natural se manifiesta en forma consistente en la dirección de lo que a rasgos generales podemos llamar “creencias de mercado” (en el sentido de que son más individualistas y materialistas). Esto es interesante debido a la gran similitud de las vidas que llevan los ocupantes con y sin títulos. Más aún, el efecto causal estimado es suficientemente grande que las creencias de los ocupantes con títulos legales son comparables con las reportadas

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por la población general de Buenos Aires. Esto es interesante debido a las notables diferencias de vida que llevan estos dos grupos2.

Una interpretación de nuestros resultados es que el recibir el título de propiedad cambia las creencias de la gente.3 Esto podría ocurrir, por ejemplo, debido a que los títulos de propiedad pueden afectar los incentivos de la gente para auto-manipular sus creencias. Los ocupantes afortunados, por ejemplo, reportan con más frecuencia que la gente puede tener éxito individualmente y sin el respaldo de un grupo grande, cuando en realidad sus vidas fueron afectadas drásticamente por un episodio en que el éxito dependió crucialmente de haber actuado en grupo. Es posible, no obstante, que después de obtenerse los títulos de propiedad, las acciones colectivas ya no producen tantas ganancias y una familia puede superar los desafíos que enfrenta sin ayuda (ahorrar, mejorar sus casas, etc.). Esto es congruente con un trabajo previo sobre la hipótesis de Lerner, donde la gente que reportó una gran “creencia en un mundo justo" también tendió a encontrar más mérito en la gente con suerte y a echarles la culpa a las víctimas de un crimen4. Sólo podemos proporcionar cierta evidencia que sugiere esta interpretación. Así pues, mencionamos que una interpretación alternativa es que los títulos de propiedad afectan las creencias de la gente alterando sus experiencias de vida y los mundos que observan. Esto exige que los dos grupos de ocupantes, los que tienen título y los que no, tengan acceso a conjuntos de información distintos a pesar de vivir tan cerca. Otra dificultad en la interpretación de nuestros resultados es que se puede argumentar que el tratamiento que afectó las creencias en este experimento no fue la transferencia de títulos de propiedad a los ocupantes afortunados por parte del gobierno, sino más bien la desilusión por la promesa incumplida de recibir un título de los ocupantes desafortunados. Si bien no tenemos pruebas extensas como para opinar sobre este tema, encontramos que las creencias de un grupo de la población de Buenos Aires con un nivel educativo comparable son similares a las de los ocupantes sin título, sugiriendo que los ocupantes afortunados que recibieron los títulos fueron los que cambiaron sus creencias. La sección IV debate estos temas en más detalle. La siguiente sección describe el

                                                            2 Suponiendo que las creencias formen parte de la herencia institucional de un país, nuestros resultados sugieren un canal potencial por medio del cual el desempeño económico afecta a las instituciones. Para este debate, ver Denzau y North [1994], Greif [1994, 2006], Engerman y Sokoloff [1997], La Porta et al. [1998], Acemoglu et al. [2001], Easterly y Levine [2003], Glaeser et al. [2004], Przeworski [2004], Rodrik et al. [2004], North [2005], inter alia. 3 Un artículo relacionado con este tema es el de Earle et al. [1997], quienes encontraron que recibir y retener propiedades por medio de privatizaciones garantizadas está asociado con el respaldo a reformas de mercado (ver también Earle y Rose [1996]). Véase también el artículo sobre los efectos políticos de ser dueño de propiedades de Roland y Verdier [1994], Boycko et al. [1995], y Biais y Perotti [2002]. Di Pasquale y Glaeser [1999] presentan pruebas sobre la conexión con la ciudadanía, mientras que Jones et al. [1999] documentan evidencia consistente con los intentos del gobierno de ampliar la propiedad inmobiliaria por medio de privatizaciones.. Entre los artículos sobre los efectos de los derechos de propiedad sobre la inversión y otras medidas de desempeño económico se encuentran los de Besley [1995], Alston et al. [1996], Alston et al. [1999], de Soto [2000], Lanjouw y Levy [2002], Do y Iyer [2003], Field [2003] y Galiani y Schargrodsky [2006]. 4 Un ejemplo es Kleinke y Meyer [1990], quienes encuentran que los hombres que declaran tener una gran creencia en un mundo justo eligen adjetivos más negativos para describir a las víctimas de violaciones y también recomiendan sentencias menos severas para los violadores.

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experimento natural, los datos y la estrategia empírica, mientras que la sección III presenta nuestros resultados y la sección V las conclusiones.

II. Descripción del experimento natural, los datos y la estrategia empírica

II.A. Un experimento natural Una investigación sobre el rol de los títulos de propiedad en la formación de creencias tiene que resolver el problema de la endogeneidad. Es más probable que individuos motivados, con mayor autosuficiencia y creencias individualistas o materialistas hagan un esfuerzo para obtener títulos de propiedad. Esto quiere decir que la demostración de que las creencias están correlacionadas con el título de propiedad (por ejemplo, por medio de encuestas en gran escala como la Encuesta Mundial de Valores [World Values Survey) sólo tiene un valor limitado. Más aún, el ser dueño de una propiedad es una opción de inversión para muchos individuos, quienes pueden, por ejemplo, decidir que quieren alquilar una casa en vez de comprarla. Esta decisión puede depender de sus preferencias, el acceso a los mercados de crédito u otras variables que también pueden estar correlacionadas con sus creencias. En otras palabras, la asignación de títulos de propiedad entre familias típicamente no es aleatoria sino que depende del esfuerzo, la riqueza, las preferencias u otros mecanismos de selección5. Por lo tanto, las características personales que determinan la probabilidad de tener un título del suelo están probablemente correlacionadas con las creencias.

Resolvemos este problema de endogeneidad explotando un experimento natural. En 1981, alrededor de 1,800 familias ocuparon un terreno en San Francisco Solano, en el área metropolitana de Buenos Aires, Argentina. Los ocupantes eran grupos de ciudadanos sin tierra (organizados por un cura católico) que querían evitar la creación de una villa miseria e inmediatamente dividieron el suelo ocupado en pequeñas parcelas al estilo urbano. En el momento de la ocupación, los ocupantes informales pensaban que el suelo pertenecía al estado6. No obstante, resultó que el área ocupada estaba formada por trece parcelas que pertenecían a distintos dueños privados. Los ocupantes resistieron varios intentos de desalojo durante el gobierno militar. Después del retorno de la Argentina a la democracia, el Congreso de la Provincia de Buenos Aires promulgó una ley en 1984 expropiando estas parcelas de sus dueños anteriores a cambio de compensación monetaria, para poder transferir las parcelas, junto con sus títulos legales, a los ocupantes.

                                                            5 Piketty [1995] explica cómo pueden persistir estas diferencias a través del alto costo del aprendizaje, que da lugar a distintas dinastías “ideológicas” aun dentro de un país. Véase también Bisin yVerdier [2000]. 6 Esto es explicado por los mismos ocupantes en la película documental “Por una tierra nuestra” de Céspedes [1984]. Sobre el proceso de ocupación de suelos, véase también CEUR [1984], Izaguirre y Aristizabal [1988] y Fara [1989]. La información institucional fue adquirida por medio de una serie de entrevistas con informantes claves, incluyendo dos ex dueños, varios ocupantes, el Secretario y Subsecretario de Tierras de la Provincia de Buenos Aires, el Director de Tierras del Condado de Quilmes, el Secretario del Catastro del Condado de Quilmes, el Procurador General de la Provincia de Buenos Aires, un abogado de la oficina de ofertas de expropiación y un abogado que participó en un juicio de expropiación. Se obtuvo información adicional sobre el proceso de expropiación del Secretario de Tierras de la Provincia de Buenos Aires, la oficina del Procurador General de la Provincia de Buenos Aires, el gobierno del Condado de Quilmes, del catastro y de la documentación de los casos judiciales.

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El proceso de titulación resultante, no obstante, fue incompleto y asincrónico. En 1986, el gobierno ofreció compensación a cada uno de los dueños (o grupo de dueños, ya que algunas parcelas tenían más de un dueño) calculada proporcionalmente a la valuación tributaria oficial de cada lote. Estas valuaciones oficiales habían sido efectuadas por la autoridad fiscal antes de la ocupación del suelo con el fin de calcular los impuestos sobre la propiedad, y estaban indexadas con la inflación. Después de que el gobierno realizó las ofertas de expropiación, el/los dueño(s) de cada lote tuvo que decidir si aceptaría o no la compensación expropiatoria y cedería su propiedad, o si iniciaría una disputa legal para poder obtener una compensación mayor. Los dueños de ocho parcelas aceptaron la compensación ofrecida por el gobierno. En 1989, se ofreció a los ocupantes que vivían en estos terrenos los títulos formales que les darían el derecho a la propiedad de sus parcelas. Cinco de los dueños originales, por el contrario, no aceptaron la compensación ofrecida por el gobierno e iniciaron una demanda con el objeto de obtener una compensación más alta (la ley había sido aprobada por el Congreso, y por lo tanto no se podía disputar la expropiación propiamente dicha, pero sí la oferta monetaria efectuada por el gobierno). Una de estas cinco demandas culminó en última instancia en un veredicto final, y los ocupantes que se habían asentado ilegalmente en este lote recibieron sus títulos en 1998. En el momento de escribir este artículo, los otros cuatro casos legales no se habían resuelto aún en los parsimoniosos tribunales argentinos7.

En consecuencia, emergieron dos tipos de ocupantes: los ocupantes desafortunados que habían ocupado una parcela de suelo que todavía se encuentra en disputa (que llamamos el grupo de control) y los ocupantes afortunados que recibieron los títulos (que llamamos el grupo de tratamiento). Dentro de este último grupo, podemos distinguir entre aquellos que recibieron títulos en 1989 (el grupo de tratamiento temprano) o en 1998 (el grupo de tratamiento tardío)8. Los ocupantes desafortunados no podrán obtener sus títulos hasta que los dueños originales y el estado resuelvan su disputa.

Una característica importante de este episodio es que los ocupantes afortunados que ocuparon las parcelas ubicadas en las parcelas cedidos por sus dueños originales eran                                                             7 El diseño urbano trazado por los ocupantes informales en 1981 no coincidió con las divisiones de las parcelas anteriores, de manera que algunas parcelas nuevas formaban parte de dos (o más) lotes. Esto se puede interpretar como una evidencia adicional de la ignorancia de los ocupantes sobre el estado de propiedad previo del terreno, porque si se hubieran sujetado al trazado de las parcelas anteriores se habría reducido la posibilidad de no recibir los títulos (por razones de regulación, una parcela que se encuentra en una manzana donde por lo menos hay una porción en disputa no se puede delimitar y titular). 8 Los ocupantes afortunados podían obtener títulos bajo ciertas condiciones. De acuerdo a la ley, tenían que haber vivido en la parcela que iba a recibir el título por lo menos durante un año antes de la sanción de la ley, no podían tener ninguna otra propiedad y no podían transferir las parcelas durante los primeros diez años después de haber recibido el título. El valor de mercado de parcelas comparables era aproximadamente 7.4 veces los ingresos mensuales promedio totales de una unidad familiar para el primer quintil de la encuesta oficial de hogares realizada en octubre de 1986 para el área metropolitana de Buenos Aires. Esta cifra, sin embargo, constituye sólo un límite superior de la transferencia diferencial de riqueza recibida por los ocupantes afortunados, por tres razones: Primero, la ley estableció que cada ocupante le tenía que pagar al gobierno el valor (prorrateado proporcionalmente) de la valuación oficial de la parcela de terreno ocupada. La ley, no obstante, estableció que los pagos mensuales no podían exceder el 10 por ciento de los ingresos (observables) de la unidad familiar, sin indexar por inflación (que fue alta en los años subsiguientes). Segundo, se supone que los hogares con título tienen que pagar los impuestos sobre la propiedad. Tercero, los ocupantes sin título no pagan alquiler.

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similares ex ante y llegaron al mismo tiempo que los ocupantes desafortunados que se asentaron en las parcelas de los dueños originales que todavía están disputando la compensación de la expropiación en los tribunales. En el momento de la ocupación, los ocupantes informales creían que todo el suelo era propiedad del estado, y no tenían ninguna posibilidad de saber que se iba a promulgar una ley de expropiación, ni tampoco cuál iba a ser el estado futuro de titulación de cada lote. Es más, las parcelas de suelo en los grupos titulados y no titulados son idénticas y se encuentran adyacentes. No hay diferencias en las características observables de las parcelas, y para las familias que llegaron antes de las decisiones de los dueños originales, tampoco hay diferencias en las características de pretratamiento de las unidades familiares de los grupos de tratamiento y de control.

Las ofertas del gobierno fueron muy similares (por unidad de superficie) entre los dueños que las aceptaron y aquellos que las disputaron9. Dada la similitud en la calidad de las parcelas y las ofertas de compensación, las distintas respuestas podrían en vez reflejar la heterogeneidad de los dueños originales al valuar subjetivamente su propiedad, los costos del litigio y la toma de decisiones10. Un factor importante es que la película documental, los artículos que se escribieron sobre este episodio, los expedientes judiciales y los ocupantes, abogados, funcionarios públicos y ex dueños que entrevistamos todos coinciden en que los ocupantes no tuvieron ningún contacto directo con los dueños originales para influir sobre sus decisiones de ceder o disputar. Más aún, los ocupantes no tuvieron ninguna participación en los procesos legales (las disputas eran exclusivamente entre los dueños originales y el gobierno) y el valor de las viviendas que construyeron se ignoró explícitamente para el cálculo de la compensación de expropiación. El catastro (y nuestros informantes) no reporta ninguna transacción separada entre los ocupantes y los dueños. Finalmente, nótese que si algunos dueños iniciaron una demanda porque su parcela era mejor, entonces los ocupantes sin título se encontrarían en una parcela de mayor calidad.

Nótese que uno de los cinco juicios culminó en un veredicto final, y los ocupantes de este terreno recibieron sus títulos en 1998, mientras que los otros cuatro juicios todavía están pendientes. Esta información es útil para confrontar la posibilidad de que la decisión de                                                             9 Las ofertas aceptadas tenían un valor medio de 0.424 pesos argentinos (de enero de 1986) por metro cuadrado, y una mediana de 0.391. Las ofertas disputadas tenían un valor medio de 0.453 y una mediana de 0.397. Efectivamente, los abogados del gobierno y el veredicto de un juez de primera instancia utilizaron la similitud de las ofertas como un argumento en estos juicios de expropiación para demostrar que las mismas eran equitativas, y similares a las aceptadas por los otros dueños. 10 La cantidad de parcelas ocupadas (13) es insuficiente para realizar un análisis estadístico de la decisión de disputar la oferta de expropiación. Pero hacemos notar que la cantidad promedio de dueños de parcelas que aceptaron la oferta es 1.25, mientras que el promedio para los dueños que disputaron la oferta es 2.2. Y cuando definimos una variable binaria que tiene el valor 1 cada vez que hay dos dueños que tienen el mismo apellido (es decir la misma familia), y 0 de lo contrario, el promedio de los dueños de terrenos que aceptaron la oferta es 0.125, mientras que para los dueños que disputaron la oferta es 0.6. Por lo tanto, parece que el tener muchos dueños y muchos de la misma familia, causó más dificultades para aceptar la cesión del terreno. Dentro de los dueños que disputaron la oferta, también encontramos un caso en que el dueño era abogado y se estaba representando a sí mismo en el caso (lo cual puede ser señal de un bajo costo de litigio) mientras que en otro caso, uno de los dueños originales había fallecido antes de la sanción de la ley (en 1983) y se estaba tramitando la sucesión en el momento en que la familia tuvo que tomar una decisión.

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los dueños originales de ceder su parcela o disputar la oferta podría estar correlacionada con la calidad de la parcela. También pudimos comparar a los ocupantes en los terrenos titulados tardíamente con el grupo sin titulación, dos grupos de ocupantes que son similares en lo que hace a las decisiones de sus respectivos dueños originales de disputar el pago de compensación11. Dado que la titulación del suelo dependía de la decisión de los dueños originales de aceptar o disputar el pago de la expropiación y de la resolución de los juicios respectivos, y que dichos factores no estaban correlacionados con las características de los ocupantes, la asignación de títulos de propiedad involucra una forma aleatoria que resuelve el problema potencial de selección.

II.B. Descripción de los datos Obtuvimos información sobre el estado legal de cada parcela de suelo en el área afectada por medio de la Ley de Expropiación n° 10,239. La ley cubría un área principal de 1,082 parcelas y también un grupo separado de 757 parcelas, llamadas el barrio San Martín, que se encuentra cerca pero físicamente separado del resto. Un aspecto importante de nuestro enfoque involucra la comparación de individuos que han tenido experiencias de vida similares, con excepción del tratamiento, y que por lo tanto se espera que tengan creencias similares. Para poder realizar la comparación más genuina posible, nos concentramos en las 1,082 parcelas contiguas (y después incorporamos las parcelas de San Martín para analizar la robustez de nuestros resultados).

Tal como se explicó anteriormente, los títulos de propiedad se otorgaron en dos fases. En el área principal, los títulos de propiedad fueron otorgados a los ocupantes de 419 parcelas en 1989 y a los ocupantes de 173 parcelas en 1998. No se ofrecieron títulos a las familias que vivían en 410 parcelas ocupadas bajo las mismas condiciones y durante los mismos días de 1981. Finalmente, había títulos de propiedad disponibles para otras ochenta parcelas, pero los ocupantes no los recibieron ya sea porque se habían mudado o fallecido en el momento en que se hicieron las ofertas, o no habían tomado algunos de los pasos requeridos para registrarse. El cuadro I sintetiza esta información. La variable de intención-de-tratar Disponibilidad de título de propiedad es igual a 1 para las parcelas que fueron cedidas por los dueños originales y 0 de lo contrario; mientras que la variable de tratamiento Título de propiedad es igual a 1 para las parcelas con título y 0 de lo contrario12.

                                                            11 Dentro de este grupo de dueños que disputaron la oferta es posible que haya razones exógenas que expliquen por qué hay todavía cuatro juicios que no se han resuelto. En un caso, el proceso legal fue demorado por un error en la descripción de las parcelas en uno de los veredictos del juez de primera instancia. En otros dos casos, el juicio de expropiación fue demorado por el fallecimiento de uno de los ex dueños, y hubo que esperar a que se resolviera la sucesión. En el cuarto caso (que se menciona en la nota al pie 10), uno de los dueños originales había fallecido justo antes de la sanción de la ley de expropiación y el trámite de sucesión todavía estaba pendiente en el momento en que la familia tuvo que tomar una decisión. 12 Las 757 parcelas del barrio San Martín pertenecían a uno de los dueños que cedió la tierra. Los títulos de las parcelas fueron ofrecidos en 1991 y 712 fueron tituladas.

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Cuadro I: Asignación de títulos de propiedad

Disponibilidad de derecho

de propiedad = 1

Disponibilidad de derecho

de propiedad = 0

Año Derecho de propiedad = 1

Derecho de propiedad = 0

Total Derecho de propiedad = 0 Total

1989 419 23 442 1998 173 57 230

Total 592 80 672 410 1082 Notas: Disponibilidad de derecho de propiedad es igual a 1 si había título disponible para la parcela, es decir si el ex dueño cedió su terreno al estado. Derecho de propiedad es igual a 1 si el hogar cuenta con el título formal de la parcela.

Durante 2003, administramos una encuesta a los jefes de familia (o sus cónyuges) de 448 parcelas seleccionadas al azar (de un total de 1,082). Encontramos que 467 unidades familiares vivían en las 448 parcelas de la muestra (diecinueve parcelas albergaban a más de una familia)13. En 313 de estas unidades familiares, encontramos que el primer miembro de la familia había llegado a la parcela antes de terminar el año 1985, o sea antes de que los dueños originales tomaron la decisión de ceder su terreno o disputar la oferta de expropiación, mientras que en 154 familias el primer miembro había llegado después de 1985. Para poder mantener la exogeneidad del tratamiento, nos concentramos en el primer grupo, porque para éste era imposible saber cuál era el estado de expropiación correspondiente a cada parcela en el momento en que llegaron. En el cuadro II mostramos la similitud en las características de pretratamiento del miembro familiar que era el jefe de familia en el momento de la ocupación para los grupos de no-intención-de-tratar y de intención-de-tratar (para familias que llegaron antes de finalizar el año 1985). No podemos rechazar la hipótesis de igualdad de edad, sexo, nacionalidad y años de educación del jefe de familia original, sugiriendo una fuerte similitud entre estos grupos en el momento en que llegaron al área. Más aún, no podemos rechazar la hipótesis de igualdad de nacionalidad y años de educación de los padres del ocupante original, sugiriendo tendencias socioeconómicas similares antes de su llegada14.

                                                            13 También administramos la encuesta a 150 hogares en el barrio no contiguo de San Martín. Todas las entrevistas de la encuesta fueron llevadas a cabo por Gestión Urbana, una ONG que trabaja en la zona. No se informó a los entrevistadores sobre las hipótesis de nuestro estudio, y no conocían el estado de tratamiento de cada parcela. Distribuimos un vale de comida de alrededor de $10 (aproximadamente 3 dólares estadounidenses de ese momento) por cada encuesta respondida como muestra de gratitud por la voluntad de las familias de participar en nuestro estudio. Cuando no se pudo llevar a cabo una entrevista (ya sea porque no había nadie en la casa en tres intentos de visita, la parcela no era usada como casa, rechazo u otras razones), se la reemplazó por otra parcela seleccionada al azar. Las tasas de no respuesta fueron del 10.3 por ciento de parcelas sin título y 6.4 por ciento de las parcelas con título, excluyendo el área de San Martín, y 10.3 por ciento y 9.4 por ciento cuando se la incluye (las diferencias no son estadísticamente significativas). 14 En el 23 por ciento de los casos, el jefe actual de la unidad familiar no es el mismo que el jefe de la unidad familiar en el momento de la ocupación, ya sea porque llegó más tarde que el primer miembro de

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Cuadro II: Características del jefe de familia original antes del tratamiento

Características del jefe de familia original

Disponibilidad de derecho

de propiedad = 0

Disponibilidad de derecho

de propiedad = 1

Diferencia

Edad 48.875 50.406 -1.532 (0.938) (0.761) (1.208) Mujer 0.407 0.353 0.054 (0.046) (0.035) (0.058) Argentino 0.903 0.904 -0.001 (0.028) (0.022) (0.035) Años de educación 6.071 5.995 0.076 (0.188) (0.141) (0.235) Padre argentino 0.795 0.866 -0.072 (0.038) (0.025) (0.046) Años de educación del padre 4.655 4.417 0.237 (0.147) (0.076) (0.165) Madre argentina 0.804 0.856 -0.052 (0.038) (0.026) (0.046) Años de educación de la madre 4.509 4.548 -0.039 (0.122) (0.085) (0.149) Notas: Definimos al jefe de familia original como el miembro de la familia que era jefe de familia en el momento en que la familia llegó a la parcela que están ocupando actualmente. Disponibilidad de derecho de propiedad es igual a 1 si había título de propiedad disponible para la parcela. El apéndice presenta la definición de todas las variables. Los errores estándares están entre paréntesis.

En el cuadro III comparamos las características de la parcela, en este caso su distancia a un arroyo cercano (contaminado e inundable), la distancia al área no informal más cercana, la superficie de la parcela y una variable binaria de ubicación en una esquina15. Sólo rechazamos la hipótesis de igualdad para la superficie de la parcela (al nivel de significancia del 8.9 por ciento). De todas maneras, la diferencia es relativamente pequeña - las parcelas son sólo 3 por ciento más grandes en el grupo de no-intención-de-tratar – y es el grupo sin títulos el que tiene parcelas ligeramente más grandes. La similitud a través de unidades familiares y características de pretratamiento de la parcela es congruente con la exogeneidad en la asignación de títulos de propiedad.

                                                                                                                                                                                 su familia en ocupar la parcela, o porque llegó al mismo tiempo pero no era el jefe de familia en el momento de llegar. Este porcentaje es similar para el grupo de tratamiento y de control. Obtuvimos resultados similares cuando comparamos las características de pretratamiento del jefe de familia actual entre los dos grupos. 15 El área es plana (todas las parcelas se encuentran en una gama topográfica de cinco metros) y urbana (sin producción agrícola).

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Cuadro III: Características de la parcela antes del tratamiento

Características de la parcela Disponibilidad de derecho

de propiedad = 0

Disponibilidad de derecho

de propiedad = 1

Diferencia

Distancia al arroyo (en cuadras) 1.995 1.906 0.088 (0.061) (0.034) (0.070) Distancia al área de barrios formales (en cuadras)

1.731 (0.058)

1.767 (0.033)

-0.036 (0.067)

Superficie de la parcela (en m2) 287.219 277.662 9.556* (4.855) (2.799) (5.605) Esquina de manzana 0.190 0.156 0.033 (0.019) (0.014) (0.023) Notas: Disponibilidad de derecho de propiedad es igual a 1 si había título de propiedad disponible para la parcela. El apéndice presenta la definición de todas las variables. Los errores estándares están entre paréntesis. *Significancia del 10 por ciento. La encuesta incluyó una pequeña serie de preguntas diseñadas para capturar las creencias en el mercado de los ocupantes, de manera similar al enfoque de los científicos políticos y los economistas sobre este tema, pero con la restricción impuesta por el nivel educacional relativamente limitado alcanzado por los individuos de nuestra muestra, que sólo permitió estudiar categorías ideológicas muy amplias16.

Por lo tanto, nos decidimos por un conjunto de preguntas seleccionadas por encuestas anteriores de este tipo (principalmente la Encuesta Mundial de Valores [World Values Survey] y la Encuesta Social General [GSS]) que capturan en forma más cercana las creencias congruentes con un buen funcionamiento de los mercados, introduciendo pequeñas alteraciones para que nuestros sujetos las pudieran interpretar más fácilmente.

Por lo menos desde Adam Smith, una gran cantidad de trabajos históricos y económicos han argumentado que el individualismo, el materialismo y las inclinaciones meritocráticas son conducentes al funcionamiento de los mercados. Algunos estudios más recientes han insistido que la confianza pertenece a esta categoría17. Por lo tanto, nos decidimos finalmente por cuatro preguntas. La primera fue "¿Cree usted que es posible ser exitoso por sí mismo, o hace falta un grupo grande que se brinde respaldo entre sí?” Las dos respuestas posibles eran "Es posible ser exitoso por sí mismo” y “Hace falta un grupo grande para ser exitoso”. La segunda fue "¿Cree usted que tener dinero es

                                                            16 Durante una encuesta piloto realizada en 2002 observamos que la educación limitada de los sujetos nos impedía realizar las preguntas usando ponderaciones, como sugieren Dominitz y Manski [1997] y Durlauf [2002]. Con relación a la población del área metropolitana de Buenos Aires, los ocupantes de nuestra muestra tienen niveles bajos de ingresos y educación. El nivel de ingresos promedio del hogar se encuentra en el centilo 25 de la distribución de la encuesta oficial de hogares, mientras que los ingresos per cápita promedio se encuentra en el centilo 14. Los años promedio de educación del jefe de familia se encuentran en el centilo 14 de la distribución de la encuesta oficial de hogares. 17 Véanse Arrow [1971], Coleman [1990], Putnam [1993], Schotter [1998], Durlauf [2002] y Glaeser et al. [2002].

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importante para ser feliz?" Las respuestas posibles eran “Indispensable para ser feliz”, “Muy importante para ser feliz”, “Importante para ser feliz” y “No importante para ser feliz”. La tercera fue “En general, ¿la gente que se esfuerza trabajando termina mucho mejor, mejor, peor o mucho peor que aquellos que no se esfuerzan?" Las respuestas posibles eran “Mucho mejor que los que no se esfuerzan”, “Mejor que los que no se esfuerzan”, “Peor que los que no se esfuerzan” y “Mucho peor que los que no se esfuerzan". La cuarta y última pregunta fue “En general, en nuestro país, ¿diría usted que uno puede confiar en los demás o que no se puede confiar en la gente?" Las respuestas posibles eran “Se puede confiar en los demás” y “No se puede confiar en los demás”.

II.C. Estrategia de estimación Analizamos los efectos de la titulación del suelo usando el siguiente modelo de regresión:

(1) Yi = α + βXi + γ Property Righti + εi

Donde Y es la variable de estudio, X es un vector de controles, ε es el término de error y γ es el parámetro de interés, que captura el efecto del Derecho de propiedad sobre el resultado del estudio. Los controles por las características del jefe del hogar original incluyen la edad, sexo, nacionalidad, años de educación, y nacionalidad y años de educación de sus padres. Los controles por las características de la parcela incluyen la superficie de la parcela, la distancia al arroyo, la distancia al área formal más cercana y una variable binaria de ubicación en una esquina. Una posible preocupación con esta regresión es que a ciertas familias se les ofreció el título de propiedad, pero no lo recibieron debido a factores no observables que también podrían afectar la variable bajo estudio. Nuestro experimento puede resolver este problema de no cumplimiento instrumentando la variable de tratamiento Derecho de propiedad con la variable de intención-de-tratar Disponibilidad de derecho de propiedad. Por lo tanto, reportamos estimaciones de mínimos cuadrados en dos etapas.

III. Resultados

III.A. Creencias y derechos de propiedad El cuadro IV presenta el conjunto básico de resultados. La columna (1) se concentra en creencias individualistas, que tratamos de capturar con Éxito-Solo, la respuesta a la pregunta ¿”Cree usted que es posible ser exitoso por sí mismo, o hace falta un grupo grande que se brinde respaldo entre sí”? El coeficiente Derecho de propiedad es positivo y estadísticamente significativo. La columna (1a) no incluye variables de control, pero la columna (1b) repite el ejercicio controlando por las características de la parcela y del hogar, dando resultados similares. Los resultados sugieren que una proporción más alta de individuos que recibieron títulos respondieron “uno puede tener éxito por sí mismo”, comparado con aquellos que no los recibieron. Para darse una idea del tamaño del efecto, nótese que la proporción de ocupantes que eligieron la opción individualista en el grupo que no tiene títulos es de 0.330 (σ = 0.040) mientras que para el grupo que tiene títulos es de 0.433 (σ = 0.037). En otras palabras, la posesión de un título aumenta la proporción de personas que eligen la opción individualista por 10 puntos porcentuales. Este es un aumento del 31 por ciento con relación a los ocupantes sin títulos.

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Cuadro IV: Creencias y derechos de propiedad en el asentamiento de Solano

(1a) (2a) (3a) (4a) (5a)

Éxito-Solo Dinero-Importante

Esfuerzo-Mejor

Confiar-Otros Creencias- mercado

Derecho de propiedad

0.144** 0.202*** 0.072 0.108* 0.527***

(0.064) (0.063) (0.056) (0.063) (0.131) Controles No No No No No Observaciones 312 312 313 313 312 (1b) (2b) (3b) (4b) (5b) Derecho de propiedad

0.169** 0.188*** 0.022 0.139** 0.520***

(0.066) (0.068) (0.056) (0.065) (0.133) Controles Sí Sí Sí Sí Sí Observaciones 312 312 313 313 312 Notas: Todas las columnas presentan regresiones MC2E donde Derecho de propiedad se instrumenta con Disponibilidad de derecho de propiedad. Las regresiones del panel b son similares pero controlan por las características de la parcela y el hogar. Aquella incluye la superficie de la parcela, la distancia al arroyo, la distancia al área formal más cercana y una variable binaria que representa la esquina. Éste incluye la edad, sexo, nacionalidad y años de educación del jefe de familia original, y nacionalidad y años de educación de sus padres. El apéndice presenta la definición de todas las variables. Los valores entre paréntesis representan los errores estándares * Significancia a nivel del 10 por ciento. ** Significancia a nivel del 5 por ciento. *** Significancia a nivel del 1 por ciento. La columna (2) pasa a las creencias materialistas, la respuesta a la pregunta ¿”Cree usted que tener dinero es importante para ser feliz”? El coeficiente positivo indica que la probabilidad de que los encuestados que cuentan con títulos de propiedad tengan una visión materialista es más alta18. Para darnos una idea del tamaño del efecto, nótese que la proporción de personas que seleccionan la respuesta materialista en el grupo que no tiene títulos de propiedad es de 0.503 (σ = 0.042), mientras que para el grupo que tiene títulos es de 0.676 (σ = 0.035). En otras palabras, la entrega de títulos de propiedad aumenta la proporción de personas que da respuestas materialistas en 17 puntos porcentuales, lo cual significa un aumento del 34 por ciento.

                                                            18 Las cuatro respuestas posibles se colapsaron en una variable binaria igual a 1 para aquellos que respondieron “Indispensable para ser feliz”, “Muy importante para ser feliz” o “Importante para ser feliz”; e igual a 0 para aquellos que respondieron “No importante para ser feliz”. El uso de sólo dos categorías no afecta el resultado. La muestra con derechos de propiedad dio más peso a las tres categorías superiores y menos peso a “No importante para ser feliz”.

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La columna (3) se concentra en las creencias meritocráticas, estudiando Esfuerzo-Mejor, la respuesta a la pregunta “En general, ¿la gente que se esfuerza trabajando termina mucho mejor, mejor, peor o mucho peor que aquellas que no se esfuerzan”? En contraste con las columnas (1) y (2), la muestra que tiene el título de propiedad no tiende a dar una respuesta estadísticamente distinta que la dada por las personas sin título (si bien el coeficiente Derecho de propiedad sigue siendo positivo)19. Tanto en el grupo sin títulos de propiedad (0.735 con una desviación estándar de 0.037) y el grupo que tiene títulos (0.791 con una desviación estándar de 0.030), la proporción de gente que eligió la respuesta meritocrática parece grande (véase la sección III.D a continuación para comparaciones con la población en general).

La columna (4) del cuadro IV estudia la confianza concentrándose en la variable binaria Confiar-Otros, la respuesta a la pregunta “En general, en nuestro país, ¿diría usted que uno puede confiar en los demás o que no se puede confiar en la gente”? La probabilidad de que los ocupantes con títulos reporten que se puede confiar en los demás es mayor. Para darse una idea del tamaño de los efectos estimados, nótese que la proporción de personas que declaran un alto nivel de confianza en el grupo sin títulos es de 0.335 (σ = 0.040), mientras que la proporción para el grupo que tiene títulos es de 0.393 (σ = 0.037). Este aumento de casi 6 puntos porcentuales representa un 17 por ciento de aumento para los ocupantes sin títulos.

En resumen, en tres de las cuatro categorías estudiadas, la evidencia sugiere que los individuos reportan distintas creencias cuando poseen un título de propiedad. El signo de este efecto en las tres variables es siempre dirigido a las creencias que son más compatibles con los mercados no regulados. Esto es así porque es poco probable que una persona que tenga creencias materialistas e individualistas demande la regulación del mercado. Similarmente, la confianza (cuando no es ingenua) promueve la cooperación, que es valiosa en un mercado donde es difícil escribir contratos. Sintetizamos estos resultados en la columna (5) con un índice Creencias de mercado (la suma de las variables binarias de las cuatro preguntas). El efecto de los títulos de propiedad en Creencias de mercado es positivo y significativo. La respuesta promedio para los ocupantes que no tienen título es 1.906 (σ = 0.086), mientas que para los ocupantes con título es 2.294 (σ = 0.074), lo cual representa un aumento del 20 por ciento con relación al grupo anterior20.

III.B. Movimiento de ocupantes*

                                                            19 Las cuatro respuestas posibles se colapsaron en una variable binaria igual a 1 si la respuesta era “Mucho mejor que aquellos que no se esfuerzan” o “Mejor que aquellos que no se esfuerzan”, e igual a 0 si la respuesta es “Peor que aquellos que no se esfuerzan” o “Mucho peor que aquellos que no se esfuerzan”. El efecto de Derecho de propiedad permanece estadísticamente insignificante si estimamos un Probit ordenado con cuatro categorías (parece haber una leve compresión de la distribución en la muestra que tiene derechos de propiedad). 20 Los resultados del cuadro IV son robustos a la aglomeración de los errores estándares por manzana, lado de la manzana o ex dueño, para incluir las observaciones del barrio no contiguo San Martín, y para controlar por las características del jefe de familia actual (en vez del jefe de familia original). * NT: La palabra “attrition” es traducida como “movimiento” pero también como “emigración”.

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Tal como se explicó anteriormente, nuestra encuesta encontró que algunas familias llegaron a la parcela que están ocupando actualmente después de que los dueños originales tomaron la decisión de ceder sus suelos o ir a juicio en 1986. Como es posible que las familias que llegaron después de las decisiones de los dueños originales hubieran conocido el estado legal de las parcelas (es decir, las distintas probabilidades de recibir un título), para poder mantener la exogeneidad del tratamiento excluimos del análisis a las familias que llegaron después de 1985 a las parcelas que están ocupando actualmente. No obstante, esto presenta un problema con los ocupantes que dejaron el asentamiento. Las familias que llegaron después de 1985 podían haber reemplazado a algunos de los ocupantes originales que se fueron antes de haber hecho nuestra encuesta en 2003. Más aún, la decisión de dejar el asentamiento podía haber estado correlacionada con los resultados del estudio. La tasa de supervivencia para las parcelas a las que no se les ofreció un título es menor que la tasa de supervivencia para aquellas a las que les ofreció un título en 1989. El porcentaje de los encuestados en 2003 que llegaron antes de 1986 era de 0.624 (σ = 0.036) para el grupo de no-intención-de-tratar y de 0.729 (σ = 0.051) para el grupo de intención-de-tratar temprano. Las tasas de supervivencia para estos dos grupos son estadísticamente significativas al nivel del 10 por ciento21.

Afortunadamente, tenemos un grupo de ocupantes a los que se les ofreció tratamiento en una fecha posterior, ya que recibieron sus títulos en 1998. Estos ocupantes se encontraban en las mismas condiciones que el grupo de control durante 17 de los 22 años transcurridos desde la ocupación hasta la fecha de nuestra encuesta (77 por ciento del periodo relevante), de manera que se espera que hayan tenido una experiencia ampliamente similar, por ejemplo en términos de los acontecimientos que afectan la emigración de los ocupantes. Efectivamente, la tasa de supervivencia para el grupo de intención-de-tratar tardío (0.689, con una desviación estándar de 0.033) y el grupo de no-intención-de-tratar no es estadísticamente distinta. Por lo tanto, si los efectos de tratamiento estimados para toda la muestra fueran simplemente el resultado de un sesgo por emigración, donde los ocupantes motivados sin título se iban y los ocupantes motivados con títulos se quedaban, sería poco probable que observáramos diferencias significativas entre las creencias del grupo de tratamiento tardío y el grupo de control. Además, la comparación de los efectos estimados de los títulos para el grupo de tratamiento tardío con los efectos para el grupo de tratamiento temprano es una prueba indirecta de si la emigración en este último grupo se puede ignorar.

En el cuadro V estimamos el efecto separado para el grupo de tratamiento tardío y temprano. Seguimos encontrando un efecto significativo de los títulos de propiedad sobre las creencias del grupo de tratamiento tardío22. Es más, las estimaciones puntuales para el grupo de tratamiento tardío son más pronunciadas, no más débiles, que para el grupo de tratamiento temprano. Además, los estadísticos F muestran que no podemos rechazar la hipótesis nula de que los efectos para los grupos de tratamiento temprano y de

                                                            21 Quizás estemos sobreestimando la deserción al suponer que no quedaron parcelas vacantes después de la ocupación. 22 Se obtienen resultados similares si restringimos la muestra a los grupos de tratamiento y de control tardíos.

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tratamiento tardío son similares. Tomado en conjunto, esto contradice la hipótesis de que nuestros resultados son producto de un sesgo de selección.

Como alternativa, también atacamos el problema de la emigración implementando un estimador apareado* propuesto por Ahn y Powell [1993]. Ellos sugieren una manera de eliminar el sesgo potencial de selección inducido por la emigración, diferenciando observaciones con probabilidades de selección similares. Estimamos un modelo Logit de la probabilidad de supervivencia desde 1985 en las cuatro características de parcelas del cuadro III, las únicas características de pretratamiento que tenemos disponibles para todo el conjunto de ocupantes (tanto los que se fueron como los que no se fueron). Encontramos que la distancia al arroyo cercano contaminado e inundable aumentaba significativamente la probabilidad de supervivencia, y después utilizamos estas estimaciones para equiparar las observaciones sobre la probabilidad de similitud en la selección de las muestras. Si explotamos la variabilidad de supervivencia inducida por estas características de pretratamiento para controlar por emigración, encontramos resultados similares a los del cuadro IV23.

                                                            23 Los resultados se pueden entregar bajo pedido. * NT: La expresión “matching estimator” es traducida como “estimador apareado.