Nota Sobre Rancière y Le Partage Du Sensible - Alberto Toscano

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  • 5/21/2018 Nota Sobre Rancire y Le Partage Du Sensible - Alberto Toscano

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    Nota sobre Rancire yLe partage du sensible

    Por Alberto Toscano

    Traducido por Jos Joaqun Andrade A.

    Aunque el trabajo de Rancire no agota de ninguna manera las innumerables tareas de

    la pregunta esttica y filosfica, tiene la notable ventaja de proporcionar las

    condiciones epistmicas de inteligibilidad para el resurgimiento de la esttica en la

    filosofa francesa reciente, y tambin los medios para rearticular la relacin entre

    filosofa, poltica y esttica.

    Dos conceptos que l presenta, son fundamentales para una reconsideracin,

    sistemtica y a la vez matizada, del nexo tripartito entre poltica, filosofa y arte: por

    una parte, la idea de una divisin o particin de lo sensible [partage du sensible], y

    por otra, la de un rgimen esttico del arte. Juntos, estos dos conceptos proporcionan

    una matriz sincrnica y diacrnica para aproximarse al nexo que se mencion msarriba.

    La divisin de los sensible le proporciona a Rancire algo as como un esquema

    ontolgico (derivado de Aristteles y tambin de Foucault) que le permite considerar

    la esttica y la poltica ( y su conceptualizacin conjunta) en un mismo plano, de tal

    manera que ninguno de los dos se ve forzado a convertirse en la verdaddel otro. Para

    Rancire, cualquier mbito de la experiencia implica una configuracin especfica de

    lo visible y lo sensible, un orden de acciones posibles o disponibles, de situaciones

    apropiadas, etc. Para decirlo de otra manera, la divisin de lo sensible define un

    sistema de pruebas visibles o evidencia, que permite a la vez percibir la existencia de

    algo y los cortes y secciones que marcan lugares y partes al interior de eso(inclusiones, exclusiones, jerarquas, topologas, posibles dinmicas, etc.).

    Esta posicin asume que hay una poltica inmanente a las prcticas artsticas (en su

    seleccin, exclusin, jerarquas, etc.) y que no hay configuracin poltica que no est

    fundada en una decisin respecto de la visibilidad de sus ingredientes y de sus

    dinamismos espaciotemporales, para usar un trmino de Deleuze. Es una posicin que

    nos permite simultneamente y, como fue, inmanentemente, explicar la nocin de lo

    trgico como un sistema articulado de selecciones y particiones artsticas, y la

    (in)visibilidad de esclavos y mujeres en la oikosGriega.

    As pues, aunque sus modalidades prcticas especficas y objetos, se diferencian

    ampliamente; sobre la base de este esquema comn (o esquema de lo comn),

    podemos sin embargo hacer inteligibles las analogas (e.g. el grupo de vanguardia

    configurado como clula revolucionaria) y las interacciones (e.g. efectos del

    nacimiento de la novela sobre la formacin de las democracias modernas o la relacin

    entre movimientos totalitarios y cine) entre los dominios de la poltica y el arte.

    Aunque siguen siendo formas diferentes de experiencia, poltica y esttica ya no estn

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    en una relacin de mutua alteridad ni subsumidas en un telos compartido, sea este

    novedad, autonoma o verdadera alteridad.

    Se puede encontrar un buen ejemplo de este enfoque en el famoso ensayo de Walter

    Benjamn La obra de Arte en la Edad de la reproduccin mecnica. El contraste deBenjamn entre Dadasmo y cine de masas, est basado en una cierta concordancia

    entre efecto (choque) y papel histrico (innovacin revolucionaria con posible

    consecuencias polticas). Cuando nos preguntamos acerca de la superioridad y la

    diferencia especfica entre cine y Dada (donde la actualidad del primero en cierto

    sentido completara los propsitos del segundo), el concepto de una divisin de lo

    sensible, revela su fortaleza como una especie de esquematizacin ontolgica

    localizada entre el arte y la poltica. Lo que tenemos en el ejemplo de Benjamn es a

    la vez una explicacin de la divisin de lo sensible dentro de una prctica artstica

    dada y una investigacin de los efectos de una divisin artstica de lo sensible sobre

    una divisin poltica de lo sensible. As, mientras que el Dadasmo subordina sus

    experimentos a un principio de suerte y negacin, a una abolicin de la divisin que ala vez que piensa que puede tener efectos polticos directos es en ltimo trmino

    incapaz de comprometerse en esa negacin sin depender de las viejas clasificaciones

    y redes de relaciones, en el cine tenemos la construccin efectiva de una nueva

    divisin que transforma al espectador (concentracin se convierte en distraccin),

    el status de la obra de arte (de singularmente aurtica en infinitamente reproducible) y

    la misma experiencia corprea del arte (a la vez en trminos de un percepcin

    colectiva y en un aun ms profundo rewiring de nuestras capacidades de

    observacin), algo muy hecho de Dizga Vertov y su movimiento Kino-eye. Tenemos

    as un cierto tipo de reversibilidad poltica, fundamentada en su estructura compartida

    u ontologa entre la esttica de la poltica y la poltica del arte. En el caso de

    Benjamn, esto significa que la democratizacin circunscrita de los sentidos en elespectador (colectivo) del cine, puede ser articulada con el orden poltico que la

    incorpora, rechaza o suscribe.

    Lo mismo sucede con el momento sincrnico. En su aspecto histrico, la filosofa

    de Rancire busca suspender todas las mas o menos implcitas filosofas de la historia

    que subyacen al discurso sobre esttica (ya sea sobre la crisis del arte, la muerte del

    arte, el pasaje a la postmodernidad, el final de las vanguardias, el aplanamiento de la

    pintura, la afirmacin de un cierto nominalismo). No es que Rancire quiera

    simplemente refutar estas posiciones; ms bien, quiere a la vez que suspender su

    fuerza de evidencia, proporcionar su racionalidad interna.

    Al presentarnos el concepto de un rgimen del arte, Rancire est esencialmente

    expandiendo, en una direccin ms bien Foucaultiana (en la lnea de Les mots et les

    choses), el esquema de una divisin de lo sensible. Este rgimen comprende (1)

    modos de produccin de objetos o interrelaciones de acciones; (2) formas de

    visibilidad para estas maneras de hacer; (3) maneras de conceptualizar o

    problematizar a la vez que la produccin, esta visibilidad. Como podemos ver en

    seguida, este enfoque esquemtico hace la prctica terica inmanentea las prcticas

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    artsticas mismas, lo mismo que la radicalizacin de los puntos de proximidad o

    isomorfismo con divisiones propiamente polticas.

    Rancire propone tres grandes regmenes del arte: tico, mimtico-poitico o

    representativo, y esttico. El propsito de esta triparticin, es precisamente suspendercualquier escatologa o sublimacin de los esttico dentro de lo filosfico o viceversa.

    De hecho, para Rancire nociones como crisis o fin, son simplemente instancias de

    ciertas invariantes con consecuencias que varan drsticamente, por supuesto

    compartidas por Hegel y Lyotard, Balzac y Beckett, la danza moderna y Mallarm.

    Estas tienen que ver con la desaparicin de la regulacin representativa de lo que se

    puede decir y de lo que se puede ver, con su sistema concomitante de locuciones

    propias de gneros, correspondencias, etc. Para Rancire el rgimen esttico est

    basado, por el contrario, en (1) la eliminacin de una matriz propia de relaciones

    entre las formas y su contenido, que lleva a algo as como un principio de

    indiferencia(del tipo indicado en elManetde Bataille), y (2) un constante duplicarse

    de lo sensible, de tal manera que toda produccin artstica es, en cierto modo, unhacer-sensible un pensamiento insensible, y el volverse-insensible o inmaterial del

    material sensorial mismo (una materializacin y una idealizacin, en un inextricable

    movimiento doble, para el cual ver La pintura de Manet de Foucault). Para

    Rancire, esto proporciona la clave para la convergencia de una nocin genrica de

    pensamiento y cierto tipo de materialidad especulativa de las obras de arte como lo

    que se encuentra en la lgica de la sensacin de Deleuze o en lo sublime

    irrepresentable de Lyotard pero tambin es la matriz (productiva) que le permite a

    la prctica artstica moderna y su acompaamiento crtico, oscilar entre los picos de

    autonoma (la purificacin de la pintura) y la mas extrema heteronoma (El

    Accionismo de Viena como un experimento psicosomtico que desea romper con el

    marco artstico de la sublimacin sin caer en las estrategias propuestas por Zizek).